"La Jornada del Campo"
Número 167 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
De chile, de dulce y de manteca

Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios 2021

Cecilia Elizondo ECOSUR Secretaria académica de SOMEXA y Vicepresidenta de SOCLANarciso Barrera Bassols Coordinador del GT agroecología política de CLACSO

Durante los días 26 al 28 de julio 2021 se llevó a cabo en Roma, Italia, la PreCumbre rumbo a la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios que la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizará en septiembre de 2021 en Nueva York. El objetivo principal es la intención de poner en marcha “medidas nuevas y audaces” para que los sistemas alimentarios sean “más saludables, sostenibles y equitativos”.

Propone hacerlo a través de cinco “vías de acción”; 1. garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos; 2. adoptar modalidades de consumo sostenibles; 3. impulsar la producción favorable a la naturaleza; 4. promover medios de vida equitativos; y 5. crear resiliencia ante las vulnerabilidades, las conmociones y las tensiones. Además de promover la participación amplia de todos los sectores: académico, privado, sociedad civil, agricultores, pueblos indígenas, organizaciones juveniles, grupos de consumidores/as, activistas ambientales, entre otros. Se menciona que antes, durante y después de la Cumbre, se tomarán decisiones concertadas para lograr cambios tangibles y positivos en los sistemas alimentarios del mundo.

Si bien es muy oportuna la discusión sobre los sistemas alimentarios con la participación de los diferentes sectores, el proceso preparatorio de la Cumbre deja varios cuestionamientos sobre sus medios, fines y resultados. Esto debido a la directa participación e influencia del sector agroindustrial mediada por sus propios intereses; a la omisión de las conclusiones de los diferentes foros y trabajo de personas expertas; y a la exclusión de enfoques transformativos, tal y como son la agroecología y la soberanía alimentaria.

Por lo anterior, varias organizaciones latinoamericanas, entre las que destacan, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) – Grupo de Trabajo en Agroecología Política, Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA), Asociación Brasileña de Agroecología (ABA), Sociedad Mexicana de Agroecología (SOMEXA), Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA), Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM), Asociación Nacional de Profesionistas en Agroecología – Chapingo, Coordinación AGROECOLOGIA UASLP, Grupo de Agroecología de El Colegio de La Frontera Sur (ECOSUR) integradas por organizaciones sociales, campesinas y académicas de renombre, hicieron un llamado urgente a los gobiernos a respetar e incluir los resultados de los diálogos independientes de consulta nacionales e internacionales, organizados por la sociedad civil y por representantes de sectores sociales, así como del trabajo preparatorio realizado por expertos/as en el marco de la Cumbre.

Son cada vez más las voces, incluidas la de pueblos indígenas, de personas campesinas, juventudes, mujeres y de la sociedad civil en general, que han expresado sus preocupaciones y reclamos sobre la clara influencia de la agroindustria en el trabajo preparatorio de dicha Cumbre.

El presente llamado considera que la Cumbre y los documentos generados para la discusión, incluyendo las “Directrices Voluntarias para los Sistemas Agroalimentarios y la Nutrición” y “Recomendaciones de Políticas en Agroecología y Otros Enfoques Innovadores”, dejan en posiciones marginales a los sectores históricamente ligados a los sistemas alimentarios; es decir, a las comunidades indígenas y campesinas de todo el mundo y a sus sistemas de conocimientos tradicionales. Hasta ahora, el proceso hacia la Cumbre ha desconocido el enorme e histórico trabajo que estos sectores han realizado en el establecimiento de sistemas alimentarios sustentables y biodiversos en sus territorios en todo el mundo, y especialmente en América Latina.

Finalmente, en el proceso oficial hacia la Cumbre también se desconoce a la agroecología como enfoque científico, político y social, mismo que integra diferentes formas de conocimientos y saberes “incluyendo el indígena y campesino” y que tiene el potencial para transformar los sistemas alimentarios para alcanzar la soberanía y la sustentabilidad. La aversión, en la dinámica de la Cumbre, a mencionar a la agroecología se nota en el reemplazo de la misma por otros conceptos que no tienen una guía concreta como “agricultura sustentable” o a aspectos técnicos como “agricultura regenerativa” y “otros enfoques innovadores”. Por tanto, con la omisión de la agroecología y de los conocimientos y sistemas alimentarios tradicionales (indígenas y campesinos), también se restringe el ejercicio de los derechos humanos, lo cual es considerado como ilegítimo y excluyente.

Las organizaciones urgieron a los gobiernos a tomar en cuenta las diversas voces que piden un verdadero cambio transformativo, basado en la salud y en otros derechos fundamentales; el reconocimiento de los movimientos por la agroecología y la soberanía alimentaria, y atender las preocupaciones y cuestionamientos sobre el proceso de la Cumbre. Pero sobre todo el llamado se centra en que los gobiernos se enfoquen para que se pueda frenar a los intereses del agronegocio, cobijados hoy en y por la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios. •