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Exigen a la SEP que pague salarios caídos a maestra despedida hace siete años

Teresa Pérez Osorio fue jubilada por la fuerza sin darle sueldo ni pensión

 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de julio de 2021, p. 5

Integrantes del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CEND-SNTE) exigieron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) cumplir con el pago de salarios caídos a la profesora Teresa Pérez Osorio, quien desde hace siete años lucha por su reinstalación como maestra y que desde hace un año fue jubilada por la fuerza por las autoridades educativas, pero sin darle pago alguno de su salario o pensión.

En entrevista, José González Figueroa, profesor con más de 55 años de servicio y miembro de la dirigencia del CEND-SNTE, destacó que a la fecha ninguna autoridad, ni de la SEP ni del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) quieren reconocer los derechos de la maestra Pérez Osorio, a quien dejan a su suerte, en medio de un grave quebranto económico y de su salud.

Destacó que la profesora, quien impartió clases en escuelas primarias del municipio de Nicolás Romero, estado de México, desde 1982, padece de esclerosis sistémica, lo que la llevó a suspender el trámite de su jubilación, ya que se trata de una enfermedad crónica degenerativa que requiere de una atención médica multidisciplinaria, y que no se cubre para maestros jubilados o pensionados.

Sin embargo, explicó, ni el SNTE ni la SEP atendieron su demanda, se dejó correr el tiempo, no la reinstalaron en su plaza, lo que le habría permitido solicitar el beneficio del Acuerdo Presidencial 754, para acceder a una atención médica especializada y ahora se le informa que ya fue jubilada, pero sin acceso a ningún derecho, es decir, al pago de su pensión ni a los salarios caídos que se generaron por siete años de litigios.

Indicó que el último pago de su salario fue el 30 de abril de 2014, y desde esa fecha, compañeros y maestros en servicio nos hemos dado a la tarea de reunir recursos para sufragar sus gastos más esenciales de medicinas y alimentos, lo que resulta injusto e ilegal, para quien sirvió como docente por más de 30 años.