La pandemia y la respuesta que dieron las comunidades escolares para atender la emergencia obliga a reflexionar sobre el reto de construir otra escuela, diferente a la que teníamos antes de la crisis sanitaria, destacó la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

Como parte de sus 10 recomendaciones para una nueva política educativa, subraya la necesidad de apoyar y estimular la creatividad desarrollada por las comunidades escolares, pero también fortalecer sus capacidades de acción.

En el documento Construir el futuro de la educación en México. Hacia una agenda de política educativa nacional subraya que en las comunidades escolares, integradas por docentes, alumnos, directivos y padres de familia, debe prevalecer el respeto, el reconocimiento mutuo, la empatía, la colaboración, el trabajo conjunto y el diálogo.

La Mejoredu llama a las autoridades educativas federales y locales a valorar y aprovechar la contribución de los maestros en los procesos educativos otorgándoles mayores espacios de participación en la definición y desarrollo de estrategias, así como en la construcción de materiales educativos.

Otro de los ejes que deben ser revalorados, destaca la comisión, son las experiencias, saberes y prácticas culturales construidas por las comunidades escolares, y que se caracterizan por su diversidad, a fin de que sean un referente importante en la organización y fomento de sus procesos educativos, lo que evitaría la tendencia a homogeneizar la vida escolar.

El fortalecimiento de su autonomía incluye propiciar mayores espacios de reflexión y apoyo para los docentes, así como resignificar los consejos técnicos escolares como espacios de decisión autónoma y colegiada, lo que también implica disminuir sus cargas administrativas.

La Mejoredu también exhortó, entre otras recomendaciones, a flexibilizar el trabajo con planes y programas de estudio, evitando la estandarización y control sobre su cumplimiento, para abrir la puerta a una diversidad de abordajes.