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Ver día anteriorLunes 14 de junio de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Aprender a morir

Encontrar otros sentidos

C

on tantos remilgos ante la muerte y sobre todo ante nuestra condición de mortales no obstante que nadie sale vivo de este mundo, los seres humanos tenemos por delante y por tiempo indefinido otra responsabilidad ineludible: la elaboración de uno o varios duelos con motivo de la pandemia y las incontables pérdidas que ha traído consigo en todos los órdenes, a raíz de los cambios, alteraciones, trastornos y rupturas, más lo que se acumule esta semana.

No se trata sólo de pérdidas humanas –se habla de algo más de 3.5 millones de fallecidos en el mundo, si bien la inefable OMS calcula que podrían ser el doble o el triple, según sus siempre misteriosos datos, y en México menos de 250 mil, en un país con 127 millones de personas y en un planeta con 7 mil 800 millones de habitantes– ni de las tremendas pérdidas materiales, sino de algo más difícil de calcular: la pérdida de sentido ante la existencia, comprobado una vez más, ahora con motivo del Covid-19, que la vida apenas si nos pertenece por breve tiempo, aunque las instituciones pretendan preservarla y prolongarla.

Cuando en 1918 se desató en Europa la mal llamada gripe española que cobró, esa sí, cerca de 50 millones de víctimas en todo el planeta y éste tenía mil 850 millones de habitantes, el pensador austriaco Viktor Frankl tenía 14 años de edad, por lo que su famosa obra El hombre en busca de sentido no la inspiró aquella experiencia atroz, sino otro virus aún más letal: la inconsciencia humana y los campos de concentración nazis, a los que Frankl sobrevivió.

Simplificadora en varios sentidos, la tesis de Frankl es no sólo a favor de la dignidad humana, tan manoseada como lejana, siempre, sino de la necesidad de encontrar uno o varios propósitos de vida. Sostiene que si nos hacemos de un por qué y un para qué, encontraremos un cómo que nos permita crear una realidad más noble. Ante los múltiples disfraces del falso humanismo, este imperativo de encontrar otros sentidos demanda de las personas comprometidas consigo mismas, con sus semejantes y con el planeta, unos por qué y unos para qué más alertas e imaginativos que nunca.

Los muchos beneficiarios de esta pandemia no cambiarán sus criterios de producción, promoción y ventas; los individuos responsables deberán modificar o cambiar radicalmente el consumo de toxinas y venenos legales, incluidos un sinfín de alimentos, medicamentos y divertimentos.