Opinión
Ver día anteriorLunes 8 de marzo de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Nosotros ya no somos los mismos

El tibio fallo de repetir la encuesta en Guerrero// La decisión definitiva, en manos del Poder Judicial // Declinar a cambio de revaloración

Foto
▲ Colectivos colocaron flores en la valla que rodea el Palacio Nacional en vísperas de las manifestaciones por el Día Internacional dela Mujer.Foto Cristina Rodríguez
A

veces pienso (y me agrada hacerlo) que la columneta sea como las radiodifusoras de mis tiempos, a las que el amable público o la gentil audiencia se comunicaba telefónicamente para dar opiniones sobre los temas del comento diario, solicitar melodías de su preferencia, quejarse anónimamente de alguna autoridad municipal (las de más arriba eran intocables para los ciudadanos y, peor aún, para los concesionarios que, muchas veces, eran los mismos) y también, por supuesto, dedicar canciones y mandar mensajes a familiares, amigos o diversos etcéteras que trabajaban en el escritorio de al lado o vivían en rancherías en las que las radios de galena (o el de pilas, del boticario) constituían el más eficaz o el único medio de comunicación. Algún día describiré una emisión de esas, para un grato recuerdo de los escasos supervivientes de aquellos tiempos o la incredulidad y asombro de los millenials… del siglo pasado.

Viene a cuento este amplio exordio porque mi opinión y sugerencias sobre el affaire Salgado Macedonio provocó múltiples y encontradas reacciones: quejas por no contribuir, con la leña que guardo para asar mis arracheras, a la imprescindible hoguera destinada al ya sentenciado truhán. Por supuesto se dieron inconformidades porque no denunciaba el compló fraguado por la derecha más aceda y herrumbrosa contra un probado líder popular. Ciertamente no se dieron reacciones radicales ni agresivas, pero sí fue notorio un halo de escepticismo que, infortunadamente, vino a ser respaldado por la reacción del cuestionado candidato, tras del fallo (que a mí me pareció notoriamente cauto y tibio, pero explicable) de la comisión mencionada: repetir la encuesta. Los personeros se lavaron las manos como Herodes y alargaron, con todas sus consecuencias, la hemorragia de legalidad, transparencia y acceso a las bases militantes, que mucho han predicado como bandera Morena y la 4T.

No voy a referirme a los comportamientos delictivos que se le imputan al señor Salgado. El fallo definitivo al respecto le corresponde al Poder Judicial, luego de un proceso en el que la presunción de inocencia y el acatamiento a los requisitos que exige un debido proceso se cumplan a cabalidad. Yo tomo el asunto más desde la óptica política y, sobre todo, desde la etapa actual (y de aquí hacia adelante). Parto de un hecho: ciertas o falsas las acusaciones, antes de ser debidamente validadas ya han cobrado estado ante la opinión pública nacional. En este momento, en los más diversos espacios sociales, el nombre de FSM es sinónimo de irracionalidad, ignorancia, brutalidad, pensamiento primitivo y cerril. Es posible que FSM pudiera no ser responsable de todos los actos que se le imputan, pero la cruda realidad muestra evidencias de lo contrario. FSM siempre ignoró o, más bien, despreció toda opinión no favorable a su persona, lo hizo, lo sigue haciendo, con prepotencia y una profunda torpeza. Es muy probable que en la nueva encuesta salga triunfador (adeptos, bases, claro que tiene suficientes), pero será el triunfo más pírrico, ¿así se dice cuando ganas perdiendo?

Coincido con el presidente López Obrador en que sólo a los guerrerenses corresponde el derecho de decidir quién debe ser su próximo gobernador: credencial de elector vigente, inscripción en la lista de la casilla correspondiente, ningún fallo de autoridad competente que lo prive de sus derechos políticos y presentarse en un estado no inconveniente. Pero resulta que en este caso hay otros sin embargo. A saber: Morena es un partido nacional y, por serlo (además absolutamente mayoritario), sus facultades, derechos, prerrogativas son diferentes. Obviamente sus obligaciones y compromisos, también. Lo que pase en Guerrero les afecta a las trabajadoras de las maquiladoras de la lejana Baja California que sufragaron por Morena, a los campesinos laguneros (nietos, bisnietos de los beneficiarios del reparto), a las nobles yucatecas que han sido siempre vanguardia en la lucha por los elementales derechos femeninos. Morena es el diverso mundo de los luchadores históricos y de los presentes, a los que las diferencias de etnia, género, sexo, creencias, costumbres, no los dividen, los integran y unifican en esa concepción de la que ya habremos de hablar: la Nación. Este sugerente proyecto de futuro en común.

Yo, que evidentemente no me arrogo ese derecho, tan sólo le sugiero: no desperdicie esta casi mágica oportunidad: decline la candidatura y la segura gubernatura que evidentemente tiene en sus manos a cambio de reconsideración, revaloración, de aplauso no sólo partidario, sino ciudadano. En un planteamiento de la peor política le diría: esta actitud, en tales circunstancias lo revaluaría y le abriría futuro. Vea su edad y la de el ex Trump que ya anunció: ¡volveremos!, y la de Biden, que se puede rejuvenecer por momentos. Déjele a los nuevos guerrerenses una de esas decisiones que le asegurarían en el malecón la estatua que tanto ha soñado.

El 8 de marzo no es una mala fecha para un acto tan insólito como ponderable.

Twitter: @ortiztejeda