Definido el Supertazón entre Bucaneros de Tampa Bay y Jefes de Kansas City, saltan las particularidades de una edición extraña por ocurrir en la pandemia de Covid-19. El estadio Raymond James en Tampa, Florida, por primera vez no estará desbordado, pues las medidas de contingencia limitan el aforo, y el costo de las entradas alcanzan cifras históricas.

Los boletos van de casi 10 mil dólares a alrededor de 25 mil dólares, aunque para estar a la mitad del foro cerca del campo puede costar hasta 45 mil. El precio aumentó el fin de semana, pues hace días se vendían en 2 mil dólares. Como referente de la final del año pasado, la entrada más cara en 2020 alcanzó 28 mil dólares, pero en esta edición los precios han sido excesivos.

Hay que considerar que la pandemia no permitirá un estadio lleno. El estadio Raymond James tiene capacidad para 75 mil asistentes, pero las medidas de sanidad só-lo permitirán 22 mil personas. De esas localidades, 7 mil 500 ya están comprometidas para el personal de salud que ya ha sido vacunado, a quienes les serán regalados esos boletos.

Este Supertazón será muy diferente por el efecto que el Covid-19 tuvo en el entorno publicitario. La principal marca cervecera anunciante, Budweiser, cuya presencia desde 1983 es icónica en la publicidad del partido, donará el dinero que habría gastado en el anuncio de uno de sus productos a tareas de concientización en torno a la pandemia de coronavirus.

La empresa aún tiene cuatro minutos de publicidad durante el partido para sus otras marcas. Pero la decisión de no realizar su clásico anuncio de la bebida estelar para el juego muestra la cautela con la que algunos anunciantes están abordando el primer Supertazón realizado de la era del Covid.