Tarde, pero se inicia la justicia para el fundador de Wikileaks

on el fallo de la jueza británica Vanessa Baraitser que niega la extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a Estados Unidos, así como el ofrecimiento de asilo político hecho por México, se inicia la reparación, aunque tardía, de una monstruosa injusticia internacional que se cobijó bajo la indiferencia de la mayoría de los gobiernos del mundo que se dicen democráticos.

Assange no sólo debe ser liberado, sino compensado con un reconocimiento internacional por su valiosa labor de periodista, ejercida con ética inquebrantable.

Enhorabuena la valiente decisión de nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Isaías Espinosa

China debe liberar a la periodista ciudadana Zhang Zhan, opina

Mensaje a la noble maestra de la historia, la República Popular de China: no cometan el mismo error de otros gobiernos que por oponerse a la verdad exhibieron su pobreza moral, intelectual y religiosa; castigaron física y mentalmente al periodista Julián Assange y a sus amigos.

Reflexionen: la represión es mala consejera para oponerla a la verdad. Ésta sólo daña a quien se resiste a aceptarla. La cárcel no aprisiona a la verdad.

A la querida, admirable, valiente y noble periodista ciudadana Zhang Zhan se le debe otorgar la libertad, con las obvias disculpas.

José María Maciel García

Pobres pescadores de aguas turbias, los de la alianza PRI-AN-PRD

¿Oposición? Más bien oportunistas. En términos de partidos políticos, 2021 se vislumbra como un año de repetición, donde, por fortuna, los que buscan recuperar el poder son los que no lo deberían tener, pues durante años estuvo ahí y solamente ahí, en sus manos, concentrado, lejos de la mayoría que es la que importa.

Me refiero, claro está, a la alianza entre el PAN, el PRI y el PRD, compuesta por los remanentes moribundos y reptantes de partidos políticos que han lucrado con el dolor de las personas en la pandemia y lo han utilizado como propaganda para conseguir votos.

Un breve, pero acertado relato que aparece en Las intermitencias de la muerte, novela de José Saramago, define las intenciones de los integrantes de esa alianza mezquina:

No entiendo qué le pasó por la cabeza a esa gente, dijo, el país hundido en la más terrible crisis de su historia y ellos hablando de cambio de régimen. Yo no me preocuparía, señor, lo que están haciendo es aprovechar la situación para difundir lo que llaman sus propuestas de gobierno, en el fondo no son otra cosa que unos pobres pescadores de aguas turbias.

Jesús Abraham Guerrero Hernández

Señala desprecio de las televisoras por la cultura

El concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, uno de los más esperados en el mundo, se llevó a cabo en 2021, en la sede del Wiener Musikverein, un edificio totalmente desierto, por la pandemia, que alberga varias salas de conciertos y otras instituciones musicales. Y nadie mejor que el napolitano Riccardo Muti para su dirección.

En 90 países se transmitió el concierto este primero de enero... menos en México.

Ni la televisión privada ni la pública tuvieron interés, entre éstas el canal Once.

¡Qué desprecio por la cultura! ¡Qué desinterés por elevar el nivel cultural del pueblo de México!

Ya es 5 de enero, y con afán me pregunto: ¿quiénes el día primero interpretaron a Strauss y otros autores? ¿ Estuvieron Rainer Honeck, Albena Dailanova o Volkhard Sterdeu, como primer violinista de la orquesta? Recuérdese que Rainer hace la interpretación con un Stradivarius.

¿ Cuál de las dos excelentes arpistas estuvo en el concierto? ¿Charlotte Balzereit, de Wiesbaden, o la gran diosa musical y mi preferida de toda la orquesta, la belga Anneleen Lenaerts?

¿Estuvo en la sala del Wiener como primer violín ese gran músico de Dussedolrf, Martin Kubik, cuya interpretación en las cuerdas la sigo desde Von Karajan en la batuta, y Kathleen Batle, como soprano?

¿Estuvieron como segundo violín las encantadoras e impecables Patricia, de Viena; Adela, de Rumania; Julia, de Hungría, y Liya, de Rusia?

Ante el nulo interés de televisora privadas y públicas de México y, peor aún, ante el silencio total de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (Osipn) y del canal Once, seguiré con mis preguntas, sin respuesta.

Tenemos director en el Osipn, pero no tenemos servicio.

Rubén Mares Gallardo