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Banksy en el museo, ¿fagocitado por el sistema?; se abre el debate

La muestra no autorizada por el artista reúne 70 piezas de coleccionistas privados

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 3 de diciembre de 2020, p. 3

Madrid. La exposición Banksy. The street is a canvas, con 70 piezas procedentes de colecciones privadas, que está circunscrita a un espacio de museo al uso –algo especialmente repudiado por el creador inglés– no fue autorizada por el artista y, como colofón, al final de la visita hay un enorme espacio de venta de productos de mercadotecnia, como tazas, plumas o imanes para el refrigerador, con sus imágenes más icónicas.

Es una muestra de Banksy, el artista de identidad desconocida, supuestamente nacido en Bristol y quien ha hecho sobre todo intervenciones en espacios urbanos con fuerte contenido de crítica al sistema capitalista, al consumismo y a la hegemonía cultural de las instituciones caducas, como los museos.

Los propios promotores de la exposición reconocieron que una de sus intenciones es abrir el debate de si finalmente el artista más irreverente, antisistema y sarcástico del arte contemporáneo ha sido fagocitado por el propio sistema que critica.

Encerrar la obra de Banksy en un museo es para los más fieles defensores de su arte y de su mensaje una inmoralidad y más tratándose de una exposición en la que se comercializa con algunas de sus intervenciones más conocidas y que abordan cuestiones tan graves como la situación del pueblo palestino, la esclavitud laboral o la muerte infantil en conflictos bélicos o en desastres naturales. Pero el Círculo de Bellas Artes de Madrid decidió abrir sus puertas a una exposición que ya nació con polémica, a pesar de ser inédita en España y de reunir en un solo espacio hasta 70 piezas originales, de las cuales 18 son únicas y una de ellas, El ángel caído, es de las más preciadas.

La exposición consta de 48 serigrafías producidas en el taller de Banksy y que por la inercia del mercado del arte cayeron en manos de coleccionistas privados, así como las otras 18 piezas únicas, es decir, de las cuales sólo hay un ejemplar, y que muestran el universo crítico ycreativo de uno de los artistas contemporáneos más celebrados y conocidos por el gran público.

Algunas de sus intervenciones en espacios públicos se han ido convirtiendo en símbolos de una era, de una generación, como Niña con paraguas –que se inspiró en el desastre natural del huracán Katrina en Nueva Orleans–, Niña con globo, más famoso después de que durante su subasta el artista la destruyó con un sistema automático que él había situado en el interior del cuadro, o El amor está en el aire –que muestra a una activista callejera lanzando un ramo de flores en lugar de una piedra y que busca, precisamente, criticar los movimientos revolucionarios que derivan en violencia. O el Cristo con bolsa de compra, como una crítica al consumismo ciego. Las obras expuestas también son una muestra de la diversidad técnica del artista: óleo o acrílico sobre lienzo, aerosol sobre lienzo y madera, serigrafías de edición limitada, esténciles sobre metal u hormigón, esculturas, instalaciones, videos y fotografías.

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Niña con globo es la obra que el artista destruyó justo tras ser subastada.Foto Sergio Muñoz

El dilema surge cuando la exposición que se inauguró en el Círculo de Bellas Artes está producida por el propio organismo cultural, además de las productoras IQ Art Management y Sold Out, también responsables de la muestra Banksy. Genius or Vandal?, visitada por más de 600 mil personas en Moscú, San Petersburgo y Madrid. Y que además no cuenta con la autorización del propio artista, como ocurre en todas las exposiciones que se han montado en el mundo en torno a su figura y que sigue suscitando un debate entre los más puristas de la obra y el mensaje de Banksy con los que ya han asumido que, a pesar de su mensaje antisistema, al final ha acabado formando parte del mismo.

Es un autor que permite desarrollar una reflexión más profunda sobre las contradicciones del arte contemporáneo, del papel del arte callejero como movimiento de protesta, del potencial transformador, tanto política como culturalmente e, incluso, nos permite preguntarnos si el propio Banksy, el artista más antisistema, irónico y sarcástico de la actualidad, no ha sido finalmente fagocitado por el propio sistema, explicó el director del Círculo de Bellas Artes, Valerio Rocco.

La muestra se podrá visitar en Madrid hasta el próximo 9 de mayo.