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Un nuevo cierre sería la muerte para la mitad de los restaurantes

Por la contingencia, ocho de cada diez negocios despidieron personal

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▲ Según un sondeo, 60 por ciento de los restaurantes no aplicaron pruebas Covid a su personal y no instalaron barreras entre los comensales.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de noviembre de 2020, p. 27

Regresar al semáforo rojo por el incremento en el número de casos de Covid-19 será fatal para el gremio de la gastronomía, pues significaría la muerte de la mitad de los negocios, alertó la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).

En la presentación de los resultados de la Encuesta nacional resilencia de la industria restaurantera en tiempos de Covid-19, Francisco Fernández Alonso, presidente del organismo, comentó que pensar en un rebrote y por lo tanto en un cierre, sería catastrófico.

Regresar a semáforo rojo sería prácticamente la muerte de la mitad del gremio. Seguramente la otra mitad quedaría sumamente deteriorada. Yo he comentado que nos agarraron parados en el primer cierre, si nos agarra en este momento, nos agarraría hincados, dijo.

No nos hemos levantado, es un hecho. Yo creo que en las mejores condiciones promedio no hemos alcanzado ni 50 por ciento a las ventas a las que estábamos acostumbrados el año pasado. Un rebrote sería fatal, no sólo para el gremio restaurantero, sino para la economía del país, destacó.

La Canirac se estima que al cierre del año se habrán perdido 300 mil empleos debido a los efectos de la contingencia.

Javier Márquez, socio y director de investigación de Buendía & Laredo, explicó que el sondeo realizado a los socios de la Canirac, de los cuales casi la mitad se encuentra en la Ciudad de México, arrojó que hasta septiembre ocho de cada 10 restaurantes ya estaban operando nuevamente, mientras que dos de cada 10 aún permanecían cerrados o bien dejó de operar definitivamente.

Como respuesta a la pandemia, ocho de cada 10 negocios de este sector redujo el número de empleados. Tres de cada cinco redujo su oferta de comida en el menú y 25 por ciento tuvo que aumentar el precio en el costo de los alimentos.

Agregó que de cada 100 pesos que ingresaban previo a la contingencia sanitaria, durante los meses posteriores y con restricciones sólo se ingresaban 40 pesos.

Dijo que entre las medidas que utilizó el gremio restaurantero para evitar contagios estuvo el uso de gel antibacterial para el personal y clientes, dar a los trabajadores protección sanitaria, instalar tapetes de desinfección, colocar mesas a una distancia de 1.5 metros.

En contraste, casi seis de cada 10 negocios no hicieron pruebas para detectar Covid-19 en su personal y no instalaron barreras físicas entre sus comensales.

Márquez comentó que las medidas más costosas para los empresarios del gremio fueron las restricciones del aforo en los locales, prever protección al personal y cerrar a más tardar a las 10 de la noche, aunque esto último varía ya que depende de la ubicación.

Caroline Auvinet, encargada de Estrategia Operativa de México Actúa, comentó que el hibernar ya no es una opción, pues de acuerdo con el estudio se recomienda que el gremio siga garantizando la salud a los trabajadores y de los consumidores con la adopción de los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.

Abundó que es necesario que los dueños de este tipo de negocios encuentren un equilibrio que les permita reducir costos fijos, tener un uso eficiente de uso de agua, energía y alimentos, así como adaptar el negocio a la nueva demanda. Se tiene que innovar en el servicio a domicilio, añadió.

Las aplicaciones que llevan servicio a domicilio se están comiendo los ingresos, apuntó.