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Redefinir el concepto de seguridad nacional

In principio erat Verbum

M

éxico ha experimentado cambios en su esfera política y social, así como en la definición de su estructura económica y en la apertura de sus fronteras a través del establecimiento de lazos comerciales con el exterior. El país se ha posicionado como un actor relevante en el sistema internacional e incluso su producto interno bruto (PIB) le ha permitido ubicarse entre las primeras 20 economías del mundo.

En este contexto de transformación y de liderazgo, México debe asumir mayores responsabilidades a escala nacional, regional e internacional. Es aquí donde la seguridad nacional juega un rol estratégico, ya que una nación no puede ser concebida sin desarrollo social, económico, educativo, cultural y de seguridad, así como por un fortalecido estado de derecho.

Es así como la seguridad nacional hace referencia a la noción de relativa estabilidad, calma o predictibilidad que se supone beneficiosa para el desarrollo de un país; es un concepto que expresa relación entre el desarrollo social y económico, dos categorías que generan el progreso de una nación.

En México, al igual que en otros países de América Latina, hablar de seguridad nacional resulta ser un tema confuso, controversial y político, esto como resultado principalmente por el uso que se le dio al concepto durante la guerra fría, cuando el mundo estaba polarizado entre Estados Unidos y la URSS, en aquella época la seguridad nacional significaba el uso de la fuerza militar y la inteligencia para vulnerar a la oposición o bien para derrocar gobiernos.

La connotación negativa del concepto debe quedar relegada y hoy se debe entender como un conjunto de acciones destinadas a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, las cuales permiten la protección del país frente a riesgos y amenazas, lo que a su vez permite la preservación de la soberanía, la independencia, el territorio, el estado de derecho y la democracia.

Los desafíos son cada vez mayores, por lo que las instituciones de seguridad y los propios gobiernos deben revaluar sus políticas e incluso aceptar que los retos a la seguridad nacional abarcan desde la gestión de las nuevas tecnologías y la interferencia exterior, hasta cuestiones trasnacionales como la delincuencia y el terrorismo.

Y es que en una sociedad donde la violencia y el crimen van en aumento, así como las afectaciones a la economía, al medio ambiente y al propio desarrollo de la nación, hoy más que nunca se tienen que rencauzar las labores de inteligencia y enfocarse más en la construcción de una política de seguridad nacional con una perspectiva multidimensional que responda a las amenazas y a los riesgos de carácter nacional y global de un México, que por un lado busca ser una potencia emergente, pero que en contraste se ha debilitado por factores de carácter estructural.

La seguridad nacional no depende únicamente de las instituciones, sino que es un trabajo en conjunto entre sociedad y gobierno; de acuerdo con información publicada por la RAND Corporation, las sociedades que asumen la responsabilidad de su seguridad son sociedades más libres. La seguridad, como componente esencial en la defensa de los valores constitucionales y el logro de los ideales de la justicia, la prosperidad y el progreso, es una piedra angular de la preservación, la estabilidad y la continuidad del Estado, así como de la vida y el bienestar de sus ciudadanos.

Para el futuro cercano, los grandes retos –sin duda– continuarán siendo la seguridad pública, el combate a la delincuencia organizada, la corrupción, la ciberseguridad, los flujos migratorios irregulares, el cambio climático, la seguridad alimentaria, la transformación del panorama energético global y la seguridad energética, así como la gestión de los riesgos sanitarios y las pandemias.

Es así que, hoy más que nunca, tenemos la tarea de reivindicar el concepto de seguridad nacional y desarrollar una política alineada a las nuevas realidades nacional y global que buscan velar por la democracia, los derechos humanos y las libertades.

* Analista en temas de seguridad, justicia, política y educación