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México necesita más estímulos anticrisis y reforma fiscal: FMI
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de octubre de 2020, p. 21

El bienio 2020-2021 será un periodo muy malo para la economía mexicana, por lo que una reforma fiscal a mediano plazo, así como ampliar el estímulo para enfrentar la crisis ayudaría a garantizar la sostenibilidad fiscal y finanzas públicas más redistributivas, explicó Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Si bien la economía mexicana se vio beneficiada por el impulso de las manufacturas, de la apertura en la industria automotriz y el que se haya mantenido el flujo de remesas en lo que va de la crisis, el economista aseguró que será una de las más afectadas en América Latina. El organismo prevé una contracción de 9 por ciento en 2020 y una recuperación de 3.5 por ciento en 2021.

En conferencia de prensa, Werner subrayó que, de acuerdo con la revisión que hizo el FMI a la economía mexicana, la propuesta es ampliar el estímulo fiscal actual para familias y empresas, así como una reforma tributaria futura. Esta última anclaría las perspectivas de sostenibilidad fiscal, aseguró.

El objetivo de una reforma tributaria futura tendría dos objetivos: mandar una señal de fortaleza y sostenibilidad de las finanzas públicas en México y, en segundo, fortalecer la posición del gobierno para poner en marcha políticas sociales más fuertes y que las finanzas públicas en México se vuelvan más redistributivas, manifestó.

Sobre América Latina y el Caribe, dijo que ha sido la región más golpeada por el Covid-19 tanto en términos de salud como económicos; en ella la mayoría de los países volverán a registrar la actividad económica que tenían antes de la pandemia hasta 2023 y el ingreso por habitante se recuperará hasta 2025, más tarde que en cualquier otra región.

Dos características estructurales del empleo en las economías de América Latina y el Caribe, sumadas a la menor actividad comercial y financiera que acarreó la pandemia, contribuyeron al colapso histórico de la actividad.

La primera es que casi 45 por ciento de los trabajos se encuentran en sectores de contacto intensivo, como restaurantes, tiendas minoristas o transporte público. La segunda es que uno de cada cinco trabajos se puede realizar de forma remota. Ambos parámetros, en economías emergentes, son de 30 y 26 por ciento, respectivamente.

Con prácticamente la mitad de su fuerza de trabajo en empleos que requieren contacto intensivo, el empleo se ha hundido más que la actividad económica, advirtió el organismo. En el segundo trimestre, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú perdieron en conjunto 30 millones de puestos de trabajo, en particular los que ocupan mujeres, jóvenes y quienes tienen un bajo nivel educativo.