El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, quien aspira a la presidencia nacional de ese partido, emprendió contra Porfirio Muñoz Ledo, su contrincante en la disputa:

La gente va a tener que escoger entre alguien que descalifica y alguien que unifica; entre quien quiere expulsar (Muñoz Ledo) y alguien que quiere unificar. Entre alguien que dirige desde un sillón de biblioteca un gran movimiento y alguien que propone una dirección no de escritorio, sino de territorio; entre el pasado viejo y el futuro.

El legislador continuó su periplo por distintas regiones del país, con la intención de convencer a los morenistas de que él constituye la mejor opción de cambio para la institución. En Reynosa, Tamaulipas, insistió en que un movimiento tan grande y fuerte no merece recibir instrucciones desde un escritorio en la Ciudad de México; necesita un dirigente que esté cercano a la gente, trabajando en el territorio para escuchar al pueblo y organizar la defensa de la Cuarta Transformación.

Consideró que los dirigentes de ese partido deben estar a la altura del pueblo y no guiarnos por intereses personales o caprichos.