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El boxeo es cruel, por eso también estudio: Mortero Espinosa
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de septiembre de 2020, p. a11

Jimerr Mortero Espinosa noqueó el sábado pasado a Luis Gerardo Palomo Pérez, en una función sin público en un bosque del estado de México. Después de la victoria que representó su retorno al boxeo, tras la pausa por la pandemia, salió a toda prisa. Nada de celebraciones ni descanso. Al día siguiente tenía clases en la universidad, donde estudia administración de empresas y debía resolver tarea pendiente.

El ciclo trágico de los boxeadores que se despeñan por la cuesta del fracaso, las adicciones o la locura, produce profunda pena a este joven de 22 años. No olvida que esas víctimas son sus compañeros de causa. Sin minimizar que como profesional corre un riesgo real en un oficio peligroso, Jimerr trata de protegerse con la disciplina en el gimnasio y con una salida de emergencia si las cosas no salen bien en el boxeo.

Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor, dice Mortero, sé que el boxeo es un deporte cruel, claro que siento temor del fracaso o las secuelas que puede dejar, pero también que la mejor protección es la disciplina y por eso trabajo con mucha dedicación.

 

No todos triunfan

Para Jimerr, el boxeo no es un pasatiempo. Aunque sólo una vez tuvo que renunciar a sus estudios por el pugilismo, cuando cursaba la carrera de odontología, hoy sostiene que no abandonaría su carrera universitaria; menos cuando le faltan un par de años para graduarse.

No pienso alejarme de mi profesión universitaria, explica; quizás sólo si tengo acceso a las grandes ligas del boxeo, ahí donde se pagan sueldos importantes; sólo así lo dejaría porque no tendría preocupación acerca de mi futuro económico.

Mientras, cuida su formación académica, sobre todo cuando piensa que no todos los boxeadores triunfan en gran escala y cuando la carrera del peleador puede ser breve. Entonces piensa en tener otras opciones, además de subir a un cuadrilátero.

Entre la escuela y el boxeo, Jimerr también trabaja en una financiera en el área de crédito. El promotor, director de la empresa, le había ofrecido un sueldo fijo como peleador, pero prefirió que además le diera empleo en las oficinas.

Soy orgulloso y preferí trabajar. Gracias a eso pude vivir tranquilo en esta cuarentena, comenta; hoy el boxeo es un oficio más difícil para todos. Es muy caro hacer peleas y es muy complicado conseguir una oportunidad. Pero ese es el camino celoso que escogimos.