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Concluye Convención Nacional Republicana

Trump alardea ser el salvador de EU, sus libertades y grandeza

“O salvamos el sueño americano, o dejamos que una agenda socialista destruya nuestro destino”, advierte

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▲ El presidente Donald Trump ayer durante su discurso de aceptación de la candidatura republicana para contender en noviembre en busca de su relección.Foto Afp
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▲ Manifestantes afuera de la Casa Blanca.Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 28 de agosto de 2020, p. 25

Nueva York., Donald Trump se coronó como el único salvador de Estados Unidos al culminar la Convención Nacional Republicana, al afirmar que sus contrincantes demócratas son parte de una izquierda radical que busca destruir las libertades, los valores y el sueño americano.

En ningún momento anterior los votantes enfrentaron una decisión tan clara entre dos partidos, dos visiones, dos filosofías o dos agendas, dijo, y advirtió que Estados Unidos es la antorcha que ilumina a todo el mundo, pero a pesar de toda nuestra grandeza, todo lo que hemos logrado ahora está en peligro. Esta es la elección más importante en la historia de nuestro país.

La elección “decidirá si salvamos el sueño americano o si permitimos a una agenda socialista destruir nuestro destino… El voto de ustedes decidirá si protegeremos a estadunidenses que obedecen la ley o si damos permiso a anarquistas violentos, agitadores y criminales que amenazan a nuestros ciudadanos”.

Atacó a su contrincante demócrata con la advertencia de que “Joe Biden será el destructor de la grandeza americana”. Pintó a Biden como un político fracasado y débil durante su carrera política de 47 años que ha traicionado a su pueblo y que siempre ha estado del lado equivocado de la historia.

Biden es el caballo de Troya del socialismo, acusó. “Nadie estará seguro en una America de Biden”, agregó. Si la izquierda gana, demolerán los suburbios, confiscarán tus armas, y nombrarán jueces que borrarán las libertades constitucionales.

Trump, como siempre, autoelogió sus supuestos logros, entre ellos sus políticas migratorias, y festejó que hoy las fronteras de Estados Unidos son más seguras que nunca y prometió que el muro pronto será completado.

Afirmó que en tres años construimos la economía más fuerte en la historia del mundo y celebró el nuevo acuerdo comercial con México y Canadá.

Insistió en que encabezó la movilización más grande desde la Segunda Guerra Mundial para enfrentar lo que llamó el virus chino, falsamente indicó que la tasa de mortalidad en Estados Unidos es menor que la europea, y prometió que habrá una vacuna este año.

Y hablando del gigante asiático, advirtió que si Biden es electo, China se adueñará de Estados Unidos.

Usó los disturbios y protestas en la ciudades contra los demócratas una y otra vez descalificando, sin nunca mencionar su nombre, Black Lives Matter, el movimiento de protesta más grande en la historia de su país. “Si el Partido Demócrata desea estar del lado de los anarquistas, agitadores… y los quemabanderas, esa es su decisión, pero el Partido Republicano será la voz de los héroes patriotas que mantienen seguro a Estados Unidos”.

Acusó que la izquierda está al ataque contra las instituciones estadunidenses, y aconsejó: siempre recuerden que vienen contra mí porque estoy luchando por ustedes.

Trump ofreció su discurso aceptando su nominación como candidato republicano desde el jardín sur de la Casa Blanca –rompiendo una vez más con las normas al usar la residencia oficial como parte de una campaña electoral– ante más de mil invitados sentados en sillas sin cumplir con la sana distancia y casi todos sin cubrebocas, después de ser presentado por su hija predilecta, Ivanka.

El discurso resumió los temas que se abordaron a lo largo de los cuatro días de esta convención, y que serán el contenido de propaganda electoral que se se empleará durante los próximos 67 días antes de la elección.

Trump y su coro de oradores aduladores abordaron los temas de la convención a lo largo de la noche, proclamándose repetidamente como los defensores del país excepcional del mundo.

Los oradores incluyeron al secretario de Vivienda Ben Carson, el líder de la mayoría republicana del Senado Mitch McConnell, el asesor y abogado personal del presidente Rudy Giuliani, quien con su usual tono histérico advirtió que Biden es parte de la izquierda de Black Lives Matter y Antifa (activistas que se identifican como antifascistas) que busca promover sus políticas procriminales y socialistas.

Pat Lynch, presidente de un gremio policiaco de Nueva York, denunció que los políticos demócratas han cedido nuestras calles e instituciones, al elogiar a Trump por defender a la policía. Advirtió –haciendo eco de uno de los mensajes centrales de este acto–: “no estarás seguro en la America de Joe Biden. Puedes tener cuatro años más de presidente a Trump, o puedes no tener seguridad, ni justicia, ni paz”.

Trump y sus cómplices hablaron con el trasfondo de un huracán en las costas del Golfo, incendios forestales en California, protestas antirracistas que incluyen huelgas sin precedente de atletas profesionales, milicias derechistas armadas y desde un país que es el epicentro mundial de la pandemia.

Anoche y durante toda la convención nunca se mencionó la frase cambio climático y mágicamente transformó el peor manejo de la pandemia de todos los países avanzados en uno heroico por el presidente y sus cómplices. También fue borrada de la realidad la peor crisis económica desde la Gran Depresión, en gran medida resultado de ese manejo del Covid-19.

Aunque se denunció la violencia de los disturbios por protestas contra el racismo oficial, no se mencionó que quien mató e hirió a personas esta semana en Kenosha, Wisconsin, fue un fanático pro- Trump e integrante de una milicia supremacista; los acusados de algunos de los tiroteos masivos más graves en tiempos recientes, como el de El Paso y el de la preparatoria en Florida, se identificaron también como fanáticos de Trump.

Tampoco se menciona que unos 30 millones han solicitado beneficios de desempleo, y millones más, en su gran mayoría migrantes, no tienen derecho a ninguna asistencia; casi 30 millones no tienen suficiente qué comer y unos 40 millones enfrentan la amenaza de ser expulsados de sus viviendas.

Aunque las crisis del racismo sistémico, la pandemia, de la economía y el medio ambiente sitiaron la convención de Trump, el guion oficial ofreció una invitación al país más feliz del mundo, algo así como Disneylandia, y a la vez advertía que la elección es una lucha contra el Apocalipsis del cual sólo Trump puede salvar al mundo.

La estrategia de relección, tal parece, es argumentar que sólo Donald Trump puede salvar a Estados Unidos del Estados Unidos de Donald Trump, comentó el veterano conductor y periodista Dan Rather.

Oposición

En tanto, continuó el río de defecciones de su partido, con más de 300 ex funcionarios del último presidente republicano George W. Bush –cuya ausencia fue la más notable en la convención nacional de su partido, junto con decenas de las figuras prominentes republicanas–, quienes anunciaron que apoyarán al demócrata Biden.

A una cuadra del jardín de la Casa Blanca donde Trump pronunciaba su discurso, un grupo de activistas montó un concierto con TOB, banda local que interpretó Go-Go, una variante de funk nacida en la ciudad capital y que ha acompañado las protestas de Black Lives Matter en esa y otras ciudades, y logró su objetivo en que se podía escuchar su protesta musical durante el discurso.

Al caer el telón sobre la convención republicana anoche, con una gran exhibición de fuegos artificiales, y el monumento a Washington y la Casa Blanca como escenario, Trump merece crédito por montar una gran obra de ficción. Pero por ahora, por lo menos hasta el 3 de noviembre, es la realidad oficial.