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El susto, documental que aborda el daño de las bebidas azucaradas a los mexicanos

Presentarán en línea película de la estadunidense Karen Akins

 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de agosto de 2020, p. 8

Para muchos mexicanos consumir refrescos es más que una costumbre cotidiana. Las bebidas azucaradas se han insertado en la cultura y las tradiciones; por ejemplo, en las ofrendas de Día de Muertos, junto a los guisos tradicionales, se colocan grandes botellas con líquidos burbujeantes y de colores.

Karen Akins es una estadunidense que hace unos años vino a México junto con un grupo de enfermeras para hacer pruebas de diabetes en Quintana Roo. Impresionada por los resultados –una gran parte de las personas presentaban altos niveles de glucosa–, realizó El susto, documental sobre el impacto de estas bebidas en el país.

Decidí tratar de usar mi experiencia para enseñar a otras personas sobre lo que vi y que la gente entendiera el vínculo entre la nutrición y esa enfermedad previsible. Era muy obvio que no se tenía idea de que comer comida chatarra y bebidas azucaradas estaba causando estas enfermedades crónicas, relató Akins.

México es uno de los mayores países consumidores de refrescos en el mundo y también uno de los que tienen más casos de diabetes. Para el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Simón Barquera, estos factores son una asociación evidente que ha sido ampliamente comprobada en diferentes estudios.

En una época como la actual, cuando una nueva enfermedad afecta a todo el mundo, se ha demostrado que la población con padecimientos como la diabetes o la obesidad es más susceptible a la muerte. Barquera reconoce la labor de grupos civiles que han exigido a las autoridades nuevas políticas para solucionar esos problemas y reconoció las acciones logradas .

Todos estamos de acuerdo en que tiene que haber una estrategia integral, pero que sea integral no demerita que las estrategias se vayan haciendo paulatinamente, de acuerdo con las posibilidades y recursos de cada país, explica Barquera.

El susto es también una película que trata de actualizar la forma en que el país es narrado al resto del mundo. Quería hacer una película que mostrara las cosas maravillosas de la cultura mexicana, las tradiciones y la escena política, que muestran cuán progresista es México, así como poner las cosas en una perspectiva positiva para todo el país, y de alguna forma rescribir la narrativa de lo que pasa y en las mentes de la gente, explicó la directora y productora de la cinta.

Secuelas de la publicidad

Durante la presentación en línea del documental, el actor Damián Alcázar agradeció a Akins por su trabajo. Dijo estar convencido del poder que tiene el documental para lograr cambios, registro formidable de educación, de conocimiento, y manifestó su preocupación como ciudadano por el problema de salud que aborda El susto.

El actor criticó a la industria publicitaria, que se ha vuelto un facilitador para las grandes industrias sin importar el grado de males que puede provocar a la sociedad. Alcázar también explicó que por ese motivo no hace comerciales. No obstante, el también activista no busca prohibir el consumo de las bebidas azucaradas, sino equilibrar su oferta a través de la regulación.

El filme de Akins, antes de la pandemia, ya había sido presentado en Inglaterra y Estados Unidos, donde sorprendió debido al desconocimiento de lo que ocurre en México. Sin embargo, estaba más preocupada por el público mexicano. Pensó que su película sería odiada debido a que el presidente de su país decía cosas horribles sobre los mexicanos, pero ha sido bien recibida.

Quienes han visto la cinta, le agradecen por haber contado el contexto de un problema que ha llegado hasta las poblaciones indígenas más pequeñas y alejadas del país.

En Chiapas, Gustavo Castro, defensor de los derechos humanos, habló de la manera en que los refrescos se han integrado a la vida cotidiana de las comunidades.

No sólo en las comunidades, la falta de acceso al agua potable es alta, y es muy curioso porque el Estado tiene 33 por ciento del agua superficial de todo el país. Ahí el gobierno quiere atraer las grandes inversiones porque hay mucha agua; sin embargo, la gente no tiene agua, no tiene acceso, y en la medida en que la Coca-Cola puede llegar a todas las comunidades inhibe también, en cierta medida, la protesta, la demanda, la movilización y organización para tener acceso al agua.

En el paisaje, las tradiciones y la economía, los refrescos aparecen como motivos recurrentes. Para Atkins se trata de un problema global que se ha agudizado en México.

La película se puede rentar en la página elsustodocumental.com.