Medio año tiene el luchador Andrés Vargas de haber ganado el pase a los Olímpicos de Tokio y aún no le llega la beca prometida por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).

Hay que meter presión, no soy el único caso, también está Jane Valencia, y carecemos de ingresos. A pesar de la cuarentena por el coronavirus estamos al pie del cañón y nuestros dirigentes no se ven con esa misma disposición, dijo el queretano.

Aquí estamos (entrenando) sin dinero y a la espera de que la Conade nos dé una respuesta, señaló el competidor estilo grecorromano en la división de 77 kilogramos, quien hace ocho días sufrió un accidente automovilístico sin consecuencias y se quedó sin la unidad Uber con la que trabaja para mantenerse.

Pese a todo, Andrés no se doblega y menos ahora que se adapta a la nueva normalidad con la apertura de las instalaciones en su entidad; nos abrió las puertas para los que tienen posibilidades de calificar a los Juegos Olímpicos.

Desde hace tres semanas, el luchador y nueve deportistas más, comenzaron la preparación física general en el gimnasio sin tener aún combates. “No podemos tener contacto y antes de entrar a las instalaciones cumplimos con los protocolos de sanidad, nos toman la temperatura y usamos cubrebocas.

“Nos realizaron pruebas Covid-19 a los atletas, grupos multidisciplinarios y todos salimos negativos. Cada mes realizarán chequeos. Es un gran avance y ya vimos que se puede entrenar.

Estoy feliz por convivir con otras personas y me da tranquilidad. No ha sido fácil por el resguardo en casa, pero no debemos bajar la guardia y más cuando estemos listos para retomar los nuevos proyectos con el Mundial Sub-23 en Finlandia, que todavía no se ha cancelado este año, para competir en noviembre, y luego el de Mayores en Bélgica, que se cambió para abril de 2021, explicó el subcampeón del Preolímpico realizado en Ottawa, Canadá.