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La oferta cultural híbrida será la base del regreso de las actividades artísticas en México, concluyen en ciclo

En países donde ya pasaron los picos epidémicos el público no está asistiendo a recintos ni a espectáculos por miedo, comentó Marina Núñez Bespalova en un encuentro virtual

 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2020, p. 4

Espectáculos en espacios abiertos, oferta cultural híbrida (presencial y en línea), sobre todo nuevas estéticas que entiendan y atiendan al público que por vez primera se acercó a la cultura a través de plataformas digitales durante el confinamiento, pero también a aquellos que tienen temor de regresar a recintos cerrados, son las acciones que serán la base de la reactivación de las actividades artísticas en México.

Así lo dieron a conocer Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura (SC) federal, y Juan Ayala Méndez, secretario técnico de Planeación y Programación de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, durante el encuentro que sostuvieron el jueves con Simon Brault, director del Consejo Canadiense para las Artes, en el contexto del ciclo México creativo: desarrollo cultural sostenible.

Todavía no sabemos cuáles son todos los daños al sector cultural debido a la cancelación de infinidad de actividades por la pandemia de Covid-19, señaló Brault al explicar que el gobierno de su país, al principio de la crisis, si bien se centró primero en atender al sector salud y alimentario, “después decidió apoyar a todas las áreas de la economía, e hizo inversiones enormes.

Por primera vez, el sector cultural fue tratado por igual y se instauró una red de protección para apoyar a los artistas desempleados que tuvieron, también por primera vez en la historia, apoyos de emergencia gracias a medidas de apoyo universales.

En su turno, Núñez Bespalova reconoció que en México el respaldo a los artistas y trabajadores de la cultura en situación de crisis no ha sido suficiente. La funcionaria argumentó que los recursos del gobierno federal se redirigieron a salud, y la SC tuvo un presupuesto disminuido, apenas para sostener infraestructuras y personal, más allá de si estaban laborando.

Además, continuó, el universo de artistas y creadores es inasible, pues es un sector en el que la mayoría trabaja en la informalidad, y es complicado destinar programas o apoyos si no tenemos una visión clara de cómo está conformado.

Por eso, en tanto continúa el registro de los agentes culturales en la base de datos que la SC llama telar para ser más asertivos, la subsecretaria dio a conocer que “no se abrirán apoyos, pero sí una convocatoria para ofrecer la posibilidad de trabajar de forma más colaborativa. Haremos un llamado a la comunidad cultural, respetando las guías de la Secretaría de Salud; no vamos a poner en riesgo a nadie.

Estamos en un escenario que no nos permite desarrollarnos como deberíamos, lo cual ha provocado una crisis, pero tenemos que encontrar mecanismos para afrontarla. Es un momento de oportunidades, porque hemos captado nuevos públicos y veremos si podemos responder a ello, tratando de voltear a escenarios abiertos, pero controlados, pues quizá no ocurra en un tiempo prudente volver a los espacios a los que estábamos acostumbrados.

Por ejemplo, Juan Ayala comentó que la sala Nezahualcóyotl, en Ciudad Universitaria, abrirá cuando el semáforo sanitario capitalino sea verde. Por ello, estamos entrando en el proceso de programación híbrida, explicó Marina Núñez, “y esperamos que en lo que dura la crisis podamos tener las fuentes suficientes de financiamiento. La programación híbrida también se refiere a puestas en escena grabadas que se transmiten en una plataforma digital, televisión o radio.

“Con sana distancia se están llevando a cabo algunas grabaciones de obras de teatro, de conciertos y algunos espectáculo que después se van a transmitir. Hay espacios culturales que por su naturaleza van a volver más tarde, sobre todo los cerrados, que implican acondicionamiento especial o que funcionan con aire acondicionado.

Todos los protocolos para la reapertura se han hecho con los responsables de esos espacios (teatros, museos, cines, salas de concierto). Desde la gestión pública tenemos la responsabilidad de ver cómo hacer que las personas vuelvan con seguridad, pero también cómo hacer que esos espacios sigan siendo rentables con la menor capacidad de aforo que se exige.

En este sentido, detalló la funcionaria, se van a repensar distintos modelos. Hay países que nos llevan la delantera porque ya pasaron los picos de la epidemia y se están dando cuenta de que, a pesar de que ya abrieron, el público no está yendo por miedo. Están creciendo los públicos que siguen con lealtad las propuesta digitales. Hay que pensar en modelos distintos, económicamente viables. Tenemos un reto muy amplio, insistió la subsecretaria.

Hay que reinventarnos. El futuro no sólo será de los innovadores, sino de la colaboración, la generosidad, concluyeron los ponentes.