El gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, discrepó de las cifras del subsecretario de Salud nacional, Hugo López-Gatell sobre la ocupación hospitalaria, pues según el mandatario, la entidad cuenta con 30 por ciento de disponibilidad para enfermos de Covid-19, mientras el funcionario federal señaló que el estado sólo tiene 16 por ciento.

Se lo dije al Presidente (Andrés Manuel López Obrador) el jueves: yo ya no puedo con (López) Gatell, tiene unas cifras que no sé de dónde saca, yo le mando las de ahorita, dijo a la secretaria de Salud de Tabasco, Silvia Guillermina Roldán Fernández, charla que fue videograbada y circuló en redes sociales.

Se lo leí, estamos en 24, 26 y la otra en 38 (disponibilidad de camas). No pasa nada; si veo que nada más me queda una cama, le hablo.

La funcionaria reviró: Yo también se lo mandé (el reporte) a López-Gatell el jueves y le dije que lo viera. El tema es la información que pasan desde el área central, justificó Roldán Fernández.

El hecho ocurrió la tarde del viernes durante la inauguración de un hospital temporal en forma de burbuja para pacientes de Covid-19, ubicado en el Parque Tabasco con capacidad para 50 camas generales y seis de terapia intensiva con ventiladores. El módulo fue inaugurado con música de marimba, situación que indignó a los tabasqueños.

Tabasco es tercer lugar de contagios con cerca de 17 mil casos hasta el sábado y mil 577 defunciones.

En tanto, Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, rechazó semáforo rojo para la entidad. Consideró que es un capricho de López-Gatell. Alfaro se molestó porque el gobierno federal informó que ocho entidades que estaban en color naranja deberán regresar a rojo, entre ellos Jalisco. Que hagan lo que quieran. Con responsabilidad y solidaridad vamos a salir adelante, escribió en sus redes sociales.

“Hay cosas que no tienen remedio. López-Gatell sigue en su agenda política. Sus caprichos ya le costaron muchas vidas a México. La pandemia es un asunto serio.

Avanzamos un paso y él se encarga de echar todo a perder. Sin decir agua va, cambia los criterios para hacer el semáforo y nos pone en rojo porque se le antoja. Nosotros ya no vamos a engancharnos con él. A cada quien lo pondrá en su lugar la historia, subrayó.