El saldo de la deuda neta del sector público creció en un billón 23 mil 729 millones de pesos en los primeros cinco meses del año, exhibe la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), como una consecuencia de la depreciación del peso y movimientos de los mercados financieros en el mundo por la pandemia de Covid-19.

De acuerdo con la dependencia, al cierre de diciembre de 2019 el saldo de la deuda neta del gobierno federal ascendió a 11 billones 27 mil 395 millones de pesos, mientras que para mayo se tienen obligaciones por 12 billones 48 mil 125 millones.

La SHCP aseguró que los movimientos de deuda se ajustan a los techos autorizados por el Congreso.

Mayo, y el confinamiento que se extendió en ese mes, ahondó los efectos de la crisis provocada por la pandemia. La contracción económica, que se reflejó en menor consumo, pérdida de empleos y empresas, implicó que los ingresos presupuestarios del sector público cayeran 23.1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. En total ingresaron 326 mil 851 millones de pesos frente a los 413 mil 089 millones de mayo de 2019. Así, es la menor recaudación para un mes desde noviembre de 2015.

Prácticamente todo el rubro cayó en lo que recibió el gobierno, pero más hondo figuraron los ingresos petroleros, que se redujeron en el quinto mes del año a una tasa anual de 65.3 por ciento.

En cuanto a los ingresos no petroleros del gobierno federal, la baja resultó en 13.5 por ciento en comparación con mayo de 2019.

El impuesto al valor agregado (IVA), que grava el consumo, cayó 36.5 por ciento en dicho mes a tasa anual y en total se recaudaron 57 mil 704.8 millones de pesos por esa actividad. El impuesto especial sobre la producción y servicios (IEPS), que en parte grava las gasolinas, se redujo en 25.7 por ciento.

Por otro lado, en mayo se perdieron 799 mi 740 puestos de trabajo en comparación con el mismo mes de 2019; no obstante, la recaudación vía impuesto sobre la renta creció 2.2 por ciento real en el comparativo anual, agregó la dependencia.

Contrario al adelanto de erogaciones del que ha hablado el gobierno federal para contrarrestar los efectos de la que apunta será la mayor contracción económica en México en los últimos 88 años, el gasto neto pagado por el gobierno cayó 5.2 por ciento respecto del año pasado.