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Isocronías

Sobre el endecasílabo

E

sencialmente el verso endecasílabo tiene dos formas acentuales, en palabras de Henríquez Ureña, el yámbico o heroico, acentuado en la sexta sílaba, -----/-----(/), y el sáfico, en cuarta y octava, ---/---/---(/), mismos que debido a su distinto pero evidente equilibrio, el oído tiende a no diferenciar. Navarro Tomás en algún estudio llega a clasificar 151 variantes rítmicas (según Robert Lauer, hasta 168) de ese metro. Visiones complementarias: una sintética, otra in extenso.

En castellano la medida octosílaba es la más usual (hay quien agregue el hexámetro). De versos de ocho son infinidad de corridos y coplas. Mas el endecasílabo, de origen itálico, renacentista, de tal manera se ha aclimatado entre nosotros, un nosotros amplísimo, que se ha convertido en el segundo metro natural de nuestra lengua.

Estoy en el rincón de una cantina es ejemplo de heroico, que al decir de Navarro Tomás predomina en textos narrativos. Grabé en la penca de un maguey tu nombre, sáfico, para el peninsular de uso preferente en pasajes líricos.

¿Qué versos de once, cultos o populares, recordará el lector a bote pronto? Acuden a mi mente, lo previsible pues preponderan en nuestra lírica, sobre todo heroicos: Un sauce de cristal, un chopo de agua. Alma a quien todo un Dios prisión ha sido. No me mueve, mi Dios, para quererte. Acaba de una vez de un solo golpe. A Cuernavaca voy, a Cuernavaca. Me quisiera comer un panecillo. Junio me dio la voz, la verdadera. ¿Qué haré lejos de ti, prenda del alma? Me moriré en París con aguacero.

Vayan un sáfico: Detente, sombra de mi bien esquivo. Un galaico antiguo: Jacinto Cenobio, Jacinto Adán. Dos dactílicos (se omite considerar aquí el primer acento; los demás, en 4 y 7, y el obligado en 10): Cleto, el Fufuy, sus ojitos cerró. Y: Pues cómo no, si me sobra razón.

Qué convincente cada uno, qué entero cada cual dice lo que dice, así sugiera o exija desarrollo la mayoría de ellos (tiende uno a recordar mejor primeros versos, arriba sólo cuatro son excepción) o, en su caso, antecedentes. Son presencia total (comillas que acaso esclarezcamos, acaso no, en alguna otra entrega).