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Sólo los cubrebocas marcaron la diferencia

El primer día de la nueva normalidad, casi como cualquiera antes del Covid

En el transporte y las calles la afluencia de personas fue mayor // Aglomeraciones por negocios abiertos en el Centro

 
Periódico La Jornada
Martes 2 de junio de 2020, p. 29

En el primer día de la nueva normalidad, la Ciudad de México registró un incremento en la movilidad de vehículos y personas, con mayor número de usuarios en el Metro, 500 mil, según cifras oficiales, lo que provocó aglomeraciones y tránsito intenso en vialidades principales; mientras el reinicio de actividades esenciales, como en el sector de la construcción, fue discreto, aunque hubo grandes obras que se reactivaron, como la torre Mítikah, en Xoco.

Pese a que la ciudad continúa en semaforo rojo, se observó mayor número de personas fue en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, donde, a diferencia de la semana pasada, los trenes iban llenos, como fue el caso de la línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio, incluso con personas que viajaban de pie, sin que hubiera acciones para dosificar el ingreso de usuarios en andenes y convoyes.

Aunque en el transcurso del día hubo menos pasajeros, se pudo observar que en los convoyes no había un sólo asiento desocupado. Eso sí, la mayoría de los usuarios usaban cubrebocas, aunque no guardaban la sana distancia.

Una situación similar se observó en la línea 3, que va de Indios Verdes a Universidad, donde además se reportó que un hombre de 58 años de edad presentó dificultad para respirar, por lo que fue llevado a un hospital.

En medio de esa situación, el Metro y el Metrobús iniciaron la campaña Callados prevenimos el contagio, con la que se pide a los pasajeros no hablar, con el propósito de disminuir la emisión de gotas microscópicas de saliva que se generan al hablar, y que podrían ser factor de contagio en espacios cerrados.

En el Metrobús hubo menos afluencia de pasajeros, y en estaciones, como El Caballito, de la línea 7, que corre sobre Paseo de la Reforma, los elementos de seguridad poco o nada hacían por asegurar que se mantuviera la sana distancia.

Mientras en Periférico, Eje 5 y Viaducto, desde muy temprano se registraron largas filas de coches, aunque el tránsito fue fluido; mientras en Paseo de la Reforma se registró baja circulación de vehículos.

En cuanto al reinicio de las obras de construcción, fueron pocas las que se reanudaron, sobre todo las pequeñas remodelaciones a casas-habitación que se pudieron ver en calles como Ámsterdam, en la colonia Condesa. La edificación de la torre Mítikah, de 60 niveles, se reanudó ayer con todas las medidas sanitarias ordenadas por el gobierno de la ciudad, informó Fibra Uno, desarrolladora del proyecto.

En calles del Centro Histórico, como avenida Juárez, 16 de Septiembre, Venustiano Carranza, Corregidora y Jesús María se pudo apreciar una mayor presencia de transeúntes y aglomeraciones en establecimientos, como el Centro de Atención a Clientes de Telcel ubicado en el Eje Central Lázaro Cárdenas, a un lado de la Torre Latinoamericana, donde se apreció una fila de personas sin respetar la sana distancia.

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▲ En la Ciudad de México, el número de personas que utilizaron el Metro para trasladarse a su destino se incrementó en el ingreso a la nueva normalidad. La circulación vehicular también se vio aumentada tras 70 días de confinamiento.Foto Luis Castillo y María Luisa Severiano

Negocios cerrados

La mayor parte de los negocios considerados no esenciales continuaron cerrados, lo mismo que en 16 de Septiembre, mientras la calle Madero continuó cerrada al paso peatonal. En otras, como Corregidora, la estricta vigilancia policiaca impidió el acceso de clientes a negocios abiertos, como ferreterías y de venta de bicicletas, considerados como giros esenciales.

A unos pasos, en la calle de la Alhóndiga, que sí está abierta al paso peatonal, un autoservicio ferretero ofrece gel a sus clientes a la entrada, pero no vigila que se cumpla la sana distancia, principalmente en las cajas registradoras, donde la gente sin ningún cuidado recoge su mercancía. También se vieron tiendas de tenis, ropa y paraguas abiertas, aunque no son giros esenciales.

En Iztapalapa, en los parques hubo grupos de personas haciendo ejercicio o paseando a sus perros, con y sin cubrebocas, y sin respetar la distancia de metro y medio; mientras en zonas donde solían colocarse tianguistas, los comerciantes estacionaron sus camiones donde se arremolinó la clientela para adquirir frutas y verduras. En tanto, en algunos mercados de la demarcación el ingreso continúa controlado y se mantienen las medidas de higiene, como el uso de gel antibacterial.

En el transporte concesionado la afluencia de pasajeros fue mucho menor. La supervisora de la empresa Trepsa, Janeth Casas, señaló que con el ingreso a la nueva normalidad pasaron de 18 a 22 autobuses en servicio de la estación Chapultepec del Metro hacia el Comité Olímpico Mexicano y el Instituto de Migración, pero vamos con un máximo de 22 pasajeros.

La Zona Rosa registró poca afluencia de transeúntes, quienes aprovecharon para comprar café, preguntar por un teléfono de segunda mano en Mixup o recoger algún juego solicitado en línea, en la tienda Game Planet ubicada en la calle Génova.

Se vio a repartidores reunidos en jardineras en espera de algún pedido, que siguen siendo muy pocos; así como trabajadores de la Secretaria de Seguridad Ciudadana, empleados de restaurantes de comida para llevar o de la plaza La Rosa, a la cual se ingresa por una rampa de estacionamiento.