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China rebasa a Estados Unidos // Economía justa y democrática

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raíz de las profundas transformaciones que internamente implementó a finales de los años 70 del siglo pasado, la economía china se convirtió en la de mayor crecimiento en el mundo (con tasas anuales de 10 por ciento, en promedio) y a estas alturas ya es la primera potencia global, dejando atrás a la estadunidense. Tal vez ello ayude a comprender las cotidianas rabietas de Donald Trump y su permanente agresión a la nación asiática.

El Banco Mundial, junto con el FMI, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la OCDE y otras instituciones divulgaron un informe (Programa de Comparación Internacional: Paridad de Poder Adquisitivo –PPA– y tamaño de las economías mundiales, con información al cierre de 2017) en el que queda claro que China es ya la primera potencia económica del planeta, si bien, comparativamente, la distancia con Estados Unidos aún es pequeña.

El citado informe detalla que, al cierre de 2017, el producto interno bruto de China se ubicó en 19 billones 617 mil millones de dólares en PPA, mientras en el mismo periodo el PIB de Estados Unidos sumó 19 billones 519 mil millones, diferencia, favorable a la nación asiática, de medio punto porcentual.

En 2017, China y Estados Unidos fueron las dos mayores economías del mundo y juntas representaron un tercio de la global, situación que, sin duda, mantiene muy nervioso y agitado al salvaje de la Casa Blanca, porque la nación asiática continúa creciendo a tasas muy superiores a las registradas por su oponente.

En el informe también llama la atención que la tercera potencia económica mundial es India (con poco más de 8 billones de dólares), que por sí sola representa 7 por ciento del producto interno bruto global, cuando se mide por paridad de poder adquisitivo. En orden de relevancia le siguen la economía japonesa (más de 5 billones de dólares, cerca de 4 por ciento del PIB mundial), la alemana (4.4 billones, igual a 3.7 por ciento) y la rusa (alrededor de 4 billones, representativos del 3.2 por ciento).

Para el caso latinoamericano, Brasil y México son catalogados como las dos primeras economías regionales, con un producto interno bruto estimado en poco más de 3 y 2.47 billones de dólares, respectivamente, o si se prefiere 2.5 y 2.1 por ciento del PIB global, en cada caso. De acuerdo con la citada medición, la economía brasileña representa 33 por ciento del PIB regional y la mexicana 27 por ciento.

Otras economías latinoamericanas mencionadas en el citado informe son la argentina, representativa de 0.9 por ciento del PIB global (poco más de un billón de dólares), la colombiana (0.6 por ciento y 700 mil millones), la chilena (0.4 por ciento y 438 mil millones) y la peruana (0.3 por ciento y 393 mil millones).

El informe detalla que en 2017 el valor de la economía global era de casi 120 billones de dólares y más de la mitad de la producción total mundial provino de economías de ingresos bajos y medios. En este contexto, las economías de América Latina y el Caribe representan 8 por ciento del PIB internacional y de la población global.

Las economías de ingreso alto, donde en 2017 vivía 17 por ciento de la población mundial, representaban 49 por ciento del PIB global, medido éste en paridad de poder adquisitivo. Por su parte, las economías de ingreso mediano alto y mediano bajo, que albergaban a 36 y 40 por ciento de la población global, contribuían con 34 y 16 por ciento, respectivamente. En el caso de las economías de ingreso bajo, donde vivía 8 por ciento de la población internacional, la proporción era inferior a uno por ciento.

Las rebanadas del pastel

Anuncia el presidente López Obrador que a la economía le vamos a agregar democracia y justicia, porque cada vez que se presentaba una crisis se rescataba a los de arriba y se abandonaba a los de abajo. Pero no sólo eso. Le cargan a todos el rescate, convierten las deudas privadas de los arriba en deuda pública. Entonces, eso no. Es economía con justicia: empezar de la base hacia la cúspide de la pirámide social.