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Tumbando caña

La vida swing de Boris Vian // Sin jazz, la vida sería un error

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▲ Miles Davis y Boris Vian en los años 50 en París.Foto tomada de https://magnifisonz.com
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ovelista, poeta, dramaturgo, músico, inventor, periodista... Boris Vian (1920-1959) es probablemente, junto a Julio Cortázar, uno de los escritores más queridos en el mundo del jazz, por no sólo entender y contar esta música, sino por vivirla desde dentro.

Vian era un asiduo de los clubes y ambientes parisinos del jazz de mediados del siglo pasado.

Y un gran promotor de este género en la ciudad luz, a cuyo ambiente contribuyó impulsando clubes tan venerables como el New Orleans Club, Tabou o, el más conocido, Saint Germain. Fue amigo de algunos de los más grandes jazzistas de todos los tiempos, desde Duke Ellington y Charlie Parker a Miles Davis, su alter ego en la trompeta. Fomentó la difusión radiofónica y como crítico escribió para las publicaciones Jazz Hot y Jazz News, donde dejó plasmadas sus ideas y pareceres.

Amigo de Camus, Sartre y Merleau-Ponty, a Boris Vian le tocó vivir la época de finales de la Segunda Guerra Mundial. Una época de ideales y reacomodos sociales.

Nació en Ville-d’Avray, a las afueras de París, en el seno de una familia de clase media; su padre, Paul Vian, era traductor de inglés y alemán, así como poeta aficionado. Su madre, Yvonne Ravenez, asidua a la ópera y pianista no profesional.

Tuvo una infancia complicada por motivos de salud. A los 12 años sufrió un ataque repentino de fiebres reumáticas que derivó en una dolencia cardíaca que le acompañó toda su vida. Quizá eso fue lo que le estimuló a querer hacer todo lo antes posible. Se despertó en un frenesí por desarrollar aquello que le dotara de viveza. Su efervescencia creativa no tuvo descanso ni un minuto. Como escritor se desarrolló en casi todos los géneros: novela, cuento, poemas, teatro, crítica, ópera y canción. Los primeros trabajos literarios los escribió bajo seudónimos construidos a partir de su nombre: Vernon Sullivan, Boriso Viana, o los anagramas Baron Visi, Brisavion, Navis Orbi o Bison Ravi, hasta que consideró pertinente salir a la luz. Su obra literaria se encuentra reunida en O Euvres complètes, que compendian los 15 tomos de colección.

Como músico, su compendio abarca más de 500 canciones que van de la chanson francesa a las baladas poéticas, pasando por el rock y algunos temas jazzísticos.

Virtuoso de la trompeta, Vian vivió de cerca la disputa entre las viejas y nuevas generaciones del jazz tomando partido por los renovadores. En sus reseñas musicales defiende la evolución del jazz, según él, la única forma de ser fieles a la tradición. En la música popular, sus textos se revelan demasiado provocadores para la época en una Francia animada por las melodías exóticas de Dalida y las operetas kitsch de Luis Mariano. Su composición más famosa, Le deserteur ( El desertor), es hoy un himno antimilitarista que enarbolan muchos músicos franceses.

Se dice que su faceta de cantante fue descubierta e impulsada por Jacques Canetti (hermano del premio Nobel de Literatura Elías Canetti), promotor musical, quien le vio posibilidades en el plató. Boris Vian tenía su don, pero no era contundente en el escenario, transmitía gelidez emocional y manifestaba cierta parquedad en sus diálogos con el público. Funcionaba mejor en el estudio, donde realizó sus primeros trabajos para el sello Philips: Chansons possible s y Chansons impossibles, discos que tardaron en ser reconocidos (inicialmente sólo se prensaron 500 copias), donde brillaban Je bois ( Yo bebo), una declaración amorosa de principios etílicos, y la citada Le deserteur, que en su letra original avisaba que –a pesar de su pacifismo– dispararía contra los gendarmes que intentaran arrestarle.

Parte de este Vian, intérprete, creador y promotor musical, se recoge en el triple álbum L’ècume des nuits, publicado recientemente por Universal Music de Francia, donde el primero de los discos está dedicado a las canciones compuestas y cantadas por él, el segundo a temas de jazz interpretados por Duke Ellington, Coleman Hawkins, Art Blakey y Louis Armstrong, y el tercero a composiciones suyas con diversos intérpretes.

El 23 de junio de 1959 Boris Vian sufría un ataque al corazón en el cine Le Petit Marbeuf, en los Campos Elíseos, mientras veía de incógnito la adaptación cinematográfica de su novela Escupiré sobre vuestra tumba.

Medio siglo después, y como un acercamiento al homenaje por el centenario de su natalicio (10 de marzo de 1920), Hervé Bourhis y Christian Cailleaux publican bajo el sello Impedimenta, Piscina Molitor, la vida swing de Boris Vian, una novela gráfica que recorre la historia de este icono de la rebeldía intelectual planteando un perfil que incluye aspectos de su vida personal antes no revelada.

Nota: la obra literaria de Boris Vian se puede encontrar en las librerías Sótano o Gandhi. En tanto, su discografía, en especial L’ècume des nuits, en Amazon.