Last Jerónimo es un multinstrumentista y productor, miembro de la agrupación Sonex, para quien la jarana y el son jarocho se han vuelto una pasión personal y profesional, su conexión sublime en la vida.

Last Jerónimo lanza hoy Jarana Ways, su primer disco solista, con un “discurso estético basado en el son jarocho, el hip hop y el jazz.

Siempre me ha interesado situar la música en el presente, incluso me parece seductor plasmar el tiempo en un sonido, señaló.

Explora los rasgos y sonidos identitarios de la jarana y el requinto -instrumentos tradicionales del son jarocho-, dentro del lenguaje y los elementos armónicos del jazz para recrear una expresión musical contemporánea, inmersa entre ritmos y colores de tendencias urbanas.

Formado en música clásica –contrabajo– y en jazz –bajo eléctrico y jarana–, en Xalapa, Veracruz, Jerónimo es un apasionado del son jarocho, el flamenco, la música africana y el folklore en general.

Cuando conocí la jarana me cambió la vida; me gustaba el rock, el hip hop y estudiaba en la escuela de música clásica, pero a partir de mi conexión con ese instrumento encontré otros matices y dinámicas en la música; aspectos que llegan a ser sublimes, detalles muy sutiles que llevan a un sentido artístico más elevado.

Incluso, recordó, cuando fue impactado por el son jarocho me hice más adulto, más maduro; es como si años de sabiduría llegaran en el momento en que tocas un son y todo ese bagaje cultural te invade y afecta para bien.

Jerónimo, quien ha colaborado con Alejandro Sanz, Café Tacvba, Ojos de Brujo, Maria Toledo, Tim Ries, Ampersan, Mon Laferte, Zal Sissohko y Omri Mor, entre otros, dijo esperar que la jarana sea valorada no sólo como un instrumento que ves en un restaurante de comida veracruzana, sino que destaca y tiene un lugar importante en el Carnegie Hall y festivales de jazz.

Su intención es que la música mexicana sea revalorada para exponerla de manera actualizada.