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¿Por qué darle argumentos a la derecha?
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e manifiesto absolutamente en contra de un posible golpe de Estado (duro o blando), que se pudiera fraguar en el futuro al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y que la derecha aproveche la pandemia y la crisis económica para intentar derrocar al gobierno actual. Lo que no entiendo es por qué desde el gobierno federal se le dan argumentos a la propia derecha y ultraderecha. Esto es lo más preocupante, sobre todo, teniendo la experiencia de los gobiernos latinoamericanos. El gobierno tendría que ser sumamente cauteloso para realizar sus acciones, algo que queda en duda con la selección del primer consorcio ganador para el Tren Maya.

Si ya era preocupante que una parte del llamado Proyecto de Desarrollo Tren Maya, en particular las tierras ejidales, pudiera terminar en manos de los especuladores inmobiliarios, mediante la llamada FIBRA Tren Maya, hoy surgen otras preocupaciones y muchas preguntas en torno a algunas de las empresas ganadoras para elaborar el primer tramo del proyecto.

El 23 de abril, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo dio a conocer al consorcio ganador que será el encargado de elaborar el proyecto ejecutivo, suministrar materiales y construir la plataforma y vía del Tren Maya, del primero de los siete tramos (Palenque-Escárcega), por $15 mil 538 millones 133 mil 56.79 (Fonatur, 2020). El consorcio ganador, a quien le pagaremos todos los mexicanos, está conformado por Mota-Engil México SAPI de C.V. en convenio con China Communications Construction Company LTD, Grupo Cosh S.A. de C.V. Eyasa S. de R.L de C.V y Gavil Ingeniería S.A. (Fonatur, 2020).

Mota-Engil (una empresa multinacional, de origen portugués, dedicada a la construcción y gestión de infraestructuras segmentadas por las áreas de Ingeniería y Construcción, Ambiente y Servicios, Concesiones de Transportes, Energía y Minería. Según Compranet (sistema electrónico de información pública gubernamental sobre adquisiciones, servicios y obras públicas), Mota-Engil obtuvo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN) al menos 12 contratos para obra pública con un monto de 12 mil 134 millones 96 mil 653 (Compranet, 2020), monto cercano al presupuesto del tramo 1 del tren (sin considerar el IVA). Esto significa que fue una empresa beneficiada por el sexenio anterior. La pregunta es por qué se prefiere una empresa que había sido favorecida durante un sexenio sumamente cuestionado por la falta de transparencia, en particular con las licitaciones y las asignaciones directas. Dirán que es porque presentó la mejor oferta, pero se debió considerar su pasado. Periodistas de investigación señalan profundas irregularidades de esta empresa, entre ellas incumplimiento de obra, corrupción, o favoritismo por parte del ex presidente Enrique Peña Nieto y del ex secretario de Comunicaciones y Transportes Ruiz Esparza ( https://www.connectas.org/guadalajara -tren-pena-nieto-capitulo-2/; https://www.sinembargo.mx/25-09-2019/3650459).

Otra de las ganadoras es China Communications Construction Company LTD (CCCC), una empresa china dedicada principalmente al diseño y construcción de infraestructura, de transporte, dragado y negocios de fabricación de maquinaria pesada (en.ccccltd.cn), con mayor fortuna en el mundo. Según Fortune, ocupa el lugar 93 dentro del Global 500 (empresas con más ingresos a nivel mundial). Sin embargo, esta empresa tiene un pasado que ha sido cuestionado. El libro La silenciosa conquista China, que evidencia el papel de las empresas de este país asiático en 25 países en desarrollo, denuncia a partir de testimonios, cómo esta empresa, que subcontrató a Aolong en África (Gabón), para construir una carretera, casi esclavizó, dicen los autores, a sus trabajadores chinos, a quienes desde China se les había prometido que recibirían mil euros al mes. No obstante, tuvieron que huir. Al respecto, indican los testimonios: “Enseguida vi que las condiciones iban a ser difíciles, inhumanas. Teníamos que compartir una cama individual de 90 centímetros con otro compañero, las horas extras no se pagaban y sólo teníamos dos días de descanso al año… nos daban de comer arroz podrido”. Pero esto no fue todo, trabajaban a destajo, en jornadas eternas bajo un sol de justicia, y lo peor ocurrió cuando al primer mes, el salario no llegó, “la empresa pagó una parte… en el segundo y tercer mes… los trabajadores tampoco recibieron los ingresos… según el contrato” (Cardenal y Araújo, 2011).

Aunado a esto, el Banco Mundial comunicó la inhabilitación de CCCC y de todas sus filiales, por prácticas fraudulentas en la Fase 1 del proyecto de mejora y gestión de carreteras nacionales de Filipinas (BM, 2011). Además, periodistas independientes (https://www.las2orillas.co/los- lunares-de-una-de-las-empresas-del-consorcio -chino-que-se-disputa-el-metro-de-bogota/) también denuncian irregularidades de esta empresa China, en otros países en desarrollo.

La gran duda es por qué seguir dando más argumentos a la derecha, pero sobre todo por qué poner y exponer los territorios agrarios del sur de México a las grandes empresas que buscan, no el bienestar social, sino la ganancia.

*Profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco. Autora del libro Minería mexicana en el capitalismo del siglo XXI