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Moody’s: larga, la caída de la economía mexicana

Propone el IMEF reorientar fondos de infraestructura

 
Periódico La Jornada
Martes 21 de abril de 2020, p. 23

Las decisiones de política económica por las que se ha decantado el gobierno federal en medio de la crisis económica y sanitaria actual, sumadas a muchas debilidades crediticias que se estaban acumulando, determinaron la baja de Moody’s, de A3 a Baa1, con perspectiva negativa, en la calificación de la deuda respaldada por el gobierno mexicano, argumentó Ariane Ortiz-Bollin, analista soberano de la firma.

Si bien entre 2010 y 2019 el crecimiento promedio anual fue de 2.7 por ciento, tras el paso de la pandemia de Covid-19 se estima que la recuperación en los próximos años no rebasará 2 por ciento. Incluso, se espera que la trayectoria de crecimiento en México sea en forma de L o una V de caída prolongada, panorama al que acompaña una inversión deprimida, agregó en videconferencia.

Ortiz-Bollin agregó que Moody’s tiene un enfoque mesurado al determinar el recorte a México, pues se prevé una carga financiera que aumentará, por el nivel de intereses en relación con los ingresos, y aunque no aumente el gasto habrá mayor presión por la deuda financiada en dólares.

El problema en México, según la analista, es que se combinan tres prioridades contrapuestas para las finanzas públicas: austeridad, apoyo a Petróleos Mexicanos y un programa ambicioso en salud, que hacen que dicha política no sea sostenible en el tiempo.

Aun con ello, hoy por hoy, no vemos que México vaya a perder el grado de inversión, ya que tiene fortalezas crediticias, nivel de deuda relativamente bajo y manejable. Además, apuntó, no hay desbalances macroeconómicos importantes. En este contexto, recomendó medidas fiscales que generen mayor recaudación.

Coma inducido

En conferencia de prensa aparte, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que el coma inducido en que está la economía, como parte de las medidas para desacelerar el contagio de Covid-19 en México, requiere más apoyos fiscales que los propuestos por el gobierno federal.

Recalcó que recursos extra sin recurrir a mayor endeudamiento pueden salir de lo presupuestado este año para las grandes obras de infraestructura, emblema de la actual administración. No las mencionó, pero entre éstas se encuentran la refinería en Dos Bocas, Tabasco; el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Una cuarentena es insuficiente si no viene acompañada de recursos para que la gente, sobre todo la que vive al día, pueda quedarse en casa, explicó en videoconferencia Gabriel Casillas, director de estudios económicos del IMEF. Entre las alternativas está condonar las cuotas obrero-patronales del Instituto Mexicano del Seguro Social, por más de 90 mil millones de pesos, y realizar transferencias directas a trabajadores informales por unos 400 mil millones de pesos, agregó.

Al actualizar sus estimados de crecimiento a una contracción de 6.7 por ciento este año y la pérdida de 500 mil empleos formales, el IMEF manifestó que se requieren todas las medidas para la crisis actual, incluso con un déficit fiscal adicional, que no necesariamente sería mal visto por los inversionistas. Se justificarán esas medidas dada la magnitud de la crisis, subrayó.