aciencia y sana convivencia familiar son herramientas fundamentales para hacer frente a lo que viene, porque, de acuerdo con la información más fresca sobre el particular, la cuarentena y la sana distancia por el Covid-19 van para largo.

En la mañanera de ayer el subsecretario Hugo López-Gatell dijo que la recomendación de los científicos mexicanos es mantener la Jornada Nacional de Sana Distancia, pero extenderla hasta el 30 de mayo, originalmente estipulada al 30 de abril, ahora se extendería hasta el 30 de mayo con el propósito de conservar la intensidad de las medidas de mitigación que están dando resultados y que si continúan seguirán dando resultados. Pero también, de manera enfática, asegurar la adecuada aplicación y cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria y esto implica el compromiso, la responsabilidad de todos los miembros de la sociedad. Entonces, a echarle muchas ganas.

En vía de mientras, Brasil, Perú, Chile y Ecuador –en ese orden– son las naciones latinoamericanas más afectadas, pues en conjunto superan los 60 mil casos confirmados de Covid-19 y acumulan alrededor de 3 mil fallecimientos (de ellos, alrededor de 2 mil corresponden al país en el que Jair Bolsonaro –quien ayer corrió a su ministro de Salud– repite como perico que todo se trata de una simple gripita).

Ante tal panorama, la Cepal advierte que América Latina y el Caribe enfrenta la pandemia desde una posición más débil que la del resto del mundo. Antes de ésta, se preveía que la región crecería un máximo de 1.3 por ciento en 2020. Sin embargo, los efectos de la crisis han llevado a cambiar esa previsión y pronosticar una caída del PIB de al menos 1.8 por ciento. Sin embargo, no es descartable que el desarrollo de la pandemia lleve a previsiones de contracciones de entre 3 y 4 por ciento, incluso más. El impacto económico final dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y mundial.

En última instancia, la única solución sostenible a los problemas socioeconómicos generados por el Covid-19 será la contención coordinada del virus. La escala, velocidad y alcance de su expansión requiere de una mayor coordinación de las políticas multilaterales. Esta pandemia tiene el potencial de dar nuevas formas a la geopolítica de la globalización, y es también una oportunidad para recordar los beneficios de las medidas multilaterales e iniciar acciones muy necesarias para alcanzar un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo.

En su análisis, el organismo especializado de la ONU señala que el Covid-19 afecta a la región por medio de cinco canales externos de transmisión: disminución de la actividad económica de sus principales socios comerciales y sus efectos; caída de los precios de los productos primarios; interrupción de las cadenas globales de valor; menor demanda de servicios de turismo; intensificación de la aversión al riesgo, y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales.

Los sectores más afectados por las medidas de distanciamiento social y cuarentena son los de servicios, que, en gran medida, dependen de contactos interpersonales. En la región, los sectores que podrían sufrir las mayores contracciones –comercio, transporte, servicios empresariales y servicios sociales– proveen 64 por ciento del empleo formal. Además, 53 por ciento del empleo de la región se da en actividades informales, que serán significativamente afectadas por basarse principalmente en contactos interpersonales.

Los efectos del Covid-19, subraya la Cepal, agravan las ya débiles perspectivas del comercio exterior de América Latina y el Caribe. El acuerdo de fase 1 entre Estados Unidos y China puede desplazar las exportaciones latinoamericanas y caribeñas a la nación asiática en las mismas categorías de productos. Junto con la marcada caída de los precios petroleros, la pandemia contraerá el comercio internacional para la región en términos de valor y volumen.

Las rebanadas del pastel

Entonces, los gobernadores panistas ¿querían qué?: ¿Louis Vuitton? ¿Gucci? ¿Chanel? ¿Versace?

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