Ante la inminente entrada de la fase 3 de la contingencia por el Covid-19, las autoridades hacen lo que es factible, pero la población debe asumir su responsabilidad cívica para afrontar la pandemia y no esperar a la etapa crítica para tomar precauciones, coincidieron especialistas en salud de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Samuel Ponce de León, titular del Programa Universitario de Investigación en Salud de la máxima casa de estudios, afirmó que es escandaloso lo que ocurre en los mercados de pescados y mariscos cuando se está en un nivel muy alto de transmisión del virus, que ha ocasionado que las áreas de terapia intensiva de los principales hospitales estén saturadas.

Consideró que esta situación revela las fallas en la comunicación de los mensajes que manda el gobierno, pero también una idiosincrasia difícil de entender cuando la situación actual amerita tener precauciones elementales.

Por su parte, la jefa del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav, Rosa María del Ángel Núñez, coincidió en que se deben reforzar las medidas de distanciamiento y resguardo: Toda la gente tiene que estar en su casa y nadie sale.

Expresó que el principal problema es que la gente no se lo está tomando en serio y una de las principales características del virus es que se transmite fácilmente.

Será un gran reto lograr que la gente se quede en casa y realmente haya una cuarentena de al menos 15 días, esa sería la medida más recomendable en la fase tres.

Agregó que es comprensible que el gobierno se resista a un cierre absoluto, como en Italia y España, al considerar la situación económica de las familias y de la gente que vive al día y necesita salir a trabajar; al final ellos serán los más afectados.