Opinión
Ver día anteriorMiércoles 18 de marzo de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Bolsa: de histerias y olvidos// Barril mexicano: 18.78 dólares

A

yer, al inicio de operaciones, el principal indicador del mercado bursátil mexicano registró una aparatosa caída superior a 7 por ciento (aunque finalmente se redujo a la mitad de la proporción inicial), por lo que de inmediato la autoridad de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) suspendió 15 minutos las operaciones en el piso de remates.

Lo anterior provocó sonoros cuan histéricos reclamos, mentadas y conexos –obviamente destinados a Palacio Nacional– de no pocos bisoños en el tema, aunque incluso algunos medios –se supone– especializados no dieron mayor explicación sobre el porqué de la citada decisión, de tal suerte que, por omisión o comisión, también se subieron al carro que por doquier reparte versiones apocalípticas.

Con gobiernos más comprensivo$$$, los mismos que ayer se rasgaron las vestiduras por la citada suspensión aplaudían a rabiar decisiones como la citada, siempre destacando –en aquel entonces– la oportunidad e inteligencia de la autoridad bursátil.

Lo cierto es que –le guste o no y de mucho tiempo atrás– la autoridad bursátil está obligada a proceder como lo hizo ayer; es decir, suspender la cotización de una u otra acción, o, de plano, la operación del mercado en su conjunto.

¿Por qué? Su marco normativo establece –como parte de una serie de medidas preventivas, siempre con el objetivo de procurar una transparente y ordenada formación de precios–que la autoridad de la Bolsa Mexicana de Valores puede suspender la cotización de un valor, incluso durante la preapertura; suspender la sesión de remate en curso; llevar a cabo programas de contingencia; realizar visitas y efectuar auditorías. Y ayer dicha autoridad aplicó su marco normativo y actuó en consecuencia; es decir, nada extraño, nada fuera de lugar.

De hecho, el citado marco normativo establece que –tratándose de movimientos inusitados del mercado– “la BMV podrá suspender una sesión de remate en curso cuantas veces sea necesario durante un mismo día, cuando se presente un movimiento inusitado del mercado. Asimismo, en caso de que se presente una variación a la baja en el principal indicador del mercado de capitales, podrá suspender la sesión de remate en curso, durante el tiempo necesario y conforme a los rangos y metodología establecidos en el manual. La Bolsa podrá tomar en consideración las medidas que, en su caso, se adopten en mercados extranjeros, para en su caso decretar la suspensión a que se refiere la disposición anterior. La suspensión de una sesión de remate tendrá la duración que la Bolsa considere necesaria… La norma interna emitida por la BMV, aplicables, entre otros sujetos, a las emisoras de valores, casas de bolsa y otros participantes del mercado de valores”.

El horno no está para bollos y, por lo mismo, en nada ayuda que, por desconocimiento o, de plano, mala leche, circulen versiones apocalípticas, todas ellas confirmadas (como la de los muertos vivientes y la relativa a la madre del tío de un primo que es amigo de un sobrino –etcétera–, para no ir más lejos). Cierto es que la BMV puntualmente informó que aplicó la citada suspensión conforme a nuestro manual operativo, pero todo indica que hasta los especialistas fingieron no ver la notificación.

El que anda mal y de malas es el mercado petrolero internacional, con los sauditas en su papel de esquiroles. Nueva caída global, que arrastró al barril mexicano de exportación: ayer se vendió a 18.78 dólares. Como cápsula de memoria vale recordar que el actual precio del crudo nacional todavía se encuentra alejado de los 7.01 dólares por barril del 10 de diciembre de 1998, con Ernesto Zedillo en Los Pinos, el menor de los últimos 40 años.

En cambio, con el comandante Borolas en la residencia oficial se reportó (14 de julio de 2008) el mayor precio histórico para el barril mexicano de exportación: 132.71 dólares.

Las rebanadas del pastel

Un fuerte y sentido abrazo de despedida para Alejandro Nadal, querido amigo y colaborador de La Jornada. Buen viaje.