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Exijan lo básico; estoy contigo, Chile: Ricky Martin en el Festival de Viña del Mar

En el cierre del certamen chileno se expresaron diferentes protestas contra el gobierno del presidente Sebastián Piñera

 
Periódico La Jornada
Sábado 29 de febrero de 2020, p. 6

Santiago. Protestas violentas y reivindicaciones sociales, Ricky Martin y Mon Laferte mostrando su cara más militante y el público coreando consignas en contra del gobierno de Sebastián Piñera: el Festival de Viña del Mar cerró ayer como espejo de la crisis que vive Chile.

Con 61 años de existencia y convertido en el certamen de música popular más importante de América Latina, la edición 2020 será recordada por la tensión que lo rodeó durante seis días y las consignas políticas escuchadas, en su mayoría, en apoyo a la revuelta social que estalló el 18 de octubre.

Ayer, al cierre de edición, en la sexta y última noche, se esperaba la misma tónica, con protestas en las calles en este balneario de la costa central cercano a Santiago, y lemas contra Piñera desde las galerías, que ayer estarían copadas de mucha gente joven expectante por ver al reguetonero puertorriqueño Ozuna.

Primero, por del alza en la tarifa del Metro de Santiago, las manifestaciones rápidamente derivaron en un generalizado reclamo a favor de profundas reformas sociales en el país, que era considerado uno de los más estables de América Latina.

Horas antes de la inauguración del festival, el domingo pasado, estallaron violentas protestas en los alrededores de la Quinta Vergara, el anfiteatro al aire libre que acoge al certamen, por grupos radicales que buscaban impedir la realización de esta actividad, en apoyo a las protestas.

Encapuchados atacaron el tradicional hotel O’Higgins, que alojaba a parte de la prensa y algunos miembros del equipo de producción del festival. Pasajeros y trabajadores debieron ser evacuados por seguridad, mientras ocho vehículos estacionados fuera, quedaron totalmente quemados.

La policía reportó 23 agentes heridos y cerca de una decena de detenidos.

En medio de las protestas, el automóvil que trasladaba hasta la Quinta Vergara al cantante puertorriqueño Ricky Martín fue apedreado por los manifestantes, según narró Jorge Ramírez, productor de la visita del cantante a Chile.

Lo que pasó puede graficarse como si hubiera sido una emboscada en la época más violenta del narcotráfico colombiano, dijo al diario El Mercurio.

Sobre el escenario, todavía con la tensión en el ambiente, Martin reiteró, sin embargo, su apoyo a las manifestaciones chilenas. Exijan lo básico, los derechos humanos. Es básico, no pedimos nada. Yo estoy contigo, Chile, nunca callados, siempre con amor y con paz, soltó el cantante, que abrió la noche inaugural.

El lunes fue el turno de Mon Laferte, una de las artistas chilenas que más ha apoyado las protestas, y quien en una entrevista había deslizado que policías estaban detrás de los saqueos y ataques incendiarios al Metro de Santiago. Por estas declaraciones fue denunciada ante la justicia.

Me querían citar a declarar por un delito, pensé que era una broma y hasta hace un momento estaba con mucho miedo. ¿Puede ser un delito expresar una opinión?, agregó. En ese momento, el público se unió para gritarle ¡No estás sola!.

La mexicana Ana Gabriel, encargada de abrir la tercera noche de festival, usó también esta tribuna para entregar un mensaje político. No permitamos que el país caiga en manos de unos pocos, dijo la cantante, en unas palabras que fueron interpretado como de rechazo a las manifestaciones sociales.

También actuaron el cantante español Pablo Alborán, el argentino Luciano Pereyra, la banda Maroon 5 y Ozuna, entre otros.

En las graderías de la Quinta Vergara abundaron las pancartas y los gritos en apoyo al movimiento social, que considera hasta ahora insuficientes las reformas impulsadas por el gobierno de Piñera, aludido también en las rutinas de humor que se presentaron.

El imitador chileno Stefan Kramer hizo el domingo una rutina que incluyó una ácida imitación al mandatario y un recorrido por los principales hitos del estallido social.