A un gobierno progresista como el del presidente Andrés Manuel López Obrador, que llega al Ejecutivo luego de la hegemonía de la derecha, le corresponde sentar las bases para que se desmorone el neoliberalismo, pero no se puede esperar que lo desaparezca en unos pocos años, aseguró ayer la filósofa y politóloga belga, Chantal Mouffe.

En una conferencia dictada ayer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la profesora de teoría política en la Universidad de Westminster, Londres, y un referente del pensamiento de izquierda en Europa, se dijo emocionada de volver a México ahora que hay un gobierno progresista como el de López Obrador.

Sostuvo que la metas de un gobierno como el mexicano debe ser impulsar “una ruptura hegemónica.

El objetivo debe ser permitir que se desmorone la hegemonía neoliberal y crear las bases para otra hegemonía. Pero sólo pueden sentar las bases, porque la hegemonía no es algo que se pueda abolir por decreto, dijo la especialista.

De lo que se trata es de romper con un cierto tipo de lógica e intentar poner en marcha una nueva lógica y poner los cimientos que permitan la radicalización de la democracia en el futuro.

Acompañada de Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, y de John Ackerman, director del Programa de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, Chantal Mouffe sostuvo que al populismo de derecha sólo puede frenarlo un populismo de izquierda.

En su visión, la izquierda occidental –en particular la europea– ha estado encerrada en un marco racionalista y no ha comprendido el papel fundamental que tiene la movilización de las pasiones en la política, lo cual sí ha hecho la derecha populista. Esta es una de las razones principales por las cuales la izquierda es incapaz de aprender la dinámica de la política.

En la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, la profesora señaló que el populismo debe ser entendido como una estrategia política y no como demagogia. Una estrategia que ha sido seguida por la derecha, que está viviendo un auge en Occidente.

Hay que reconocer que desgraciadamente los partidos populistas de derecha entienden mucho mejor la dimensión afectiva en los procesos de identificación ciudadana y eso explica su éxito creciente, opinó.

Para avanzar en la radicalización de la democracia, la izquierda, señaló, debe construir una nueva hegemonía que consolide distintas nociones de ciudadanía y de prácticas que ayuden a erosionar los afectos y formas de identificación colectiva establecidos por el neoliberalismo.