Opinión
Ver día anteriorLunes 17 de febrero de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Nuestra pandilla
E

n 1971, Philip Roth, el extraordinario novelista estadunidense a quien inexplicablemente se le negó el Premio Nobel, escribió Our Gang ( Nuestra pandilla), una sátira en la que caricaturizaba la conducta del presidente Nixon y su infinita capacidad para mentir y desvirtuar los hechos, matizándolos por su enfermiza forma de entender y desvirtuar la realidad. En alguna medida pudiera describirse como la premonición de lo que sucede en la actual coyuntura de la política en Estados Unidos.

El hilo conductor de la novela es el punto de vista de Nixon en torno a los derechos de los nonatos. Las innumerables situaciones absurdas a lo largo de la obra, que al lector pudieran parecerle caricaturescas, en los hechos las trapacerías y engaños mediante las que gobernó ejemplifican la peculiar forma de pensar del entonces presidente, avaladas por su retorcido código moral y ético. A continuación, se da cuenta de algunos párrafos de la novela en una traducción libre del original en inglés, acotada para los fines de este artículo.

En una conferencia de prensa un reportero pregunta: Señor presidente, ¿qué pasa con esos fetos que el vicepresidente ha denominado agitadores, refiriéndose específicamente a los que alrededor del quinto mes empiezan a patear en el vientre de la madre. Tricky (el presidente) responde: Tenemos que ser muy cuidadosos en este tema. Le puedo asegurar que mi administración no se quedará impasible mientras las mujeres estadunidenses están siendo pateadas en el estómago por una horda de violentos fetos de apenas cinco meses. He instruido a mi procurador general para que tome las medidas necesarias en contra de esos agitadores; se habla del poder de las mujeres, del poder de los negros, del poder de tal o cual, pero qué pasa con el poder de los nonatos, ellos tienen derechos también y yo pienso pelear por ellos. Pregunta: Señor presidente, hay quienes afirman que son las consideraciones políticas en el marco de su relección las que definen su conducta al respecto. Tricky: Es una manera cínica de describir mi plan de introducir una enmienda constitucional que extienda el voto a los nonatos para las próximas elecciones. Reportero: Señor presidente, sus estrategas han concluido que a pesar de perder el voto de los electores de 18 a 21 años usted puede relegirse si gana el sur, el estado de California y el de los embriones y los fetos de costa a costa. Tricky: “Señor reportero, dejo ese juicio a usted y a los televidentes… no soy un oportunista en la cuestión de los derechos de los nonatos… el simple hecho es que yo mismo alguna vez lo fui en el gran estado de California… todo mi gabinete en algún momento también lo fue, es más, mi propia esposa alguna vez fue nonata, y usted recordará que mis hijos también lo fueron.”

Algunas páginas adelante, Roth da otro ejemplo del cinismo de Nixon cuando en un diálogo con miembros de una organización civil les dice: Caballeros, no soy un novato en este horrible juego de la política, he visto todo tipo de chicanas falsificaciones y distorsiones con la finalidad de suprimir la verdad, el hecho es cuando se trata de técnicas para asesinar el carácter de alguien; con disgusto y horror hace algunos años fui testigo de la forma en que crucificaron al senador McCarthy, por pretender cambiar la mentalidad de un grupo de comunistas del Departamento de Estado.

El teatro del absurdo planteado por el escritor da cuenta de situaciones extremas, calcadas de una distópica realidad que la sociedad estadunidense vivió y sufrió, con el temor de que su democracia sucumbiera. Lo que el autor jamás imaginó es que 50 años después una situación similar pudiera repetirse. Aunque en esta ocasión podría acabar no en farsa sino en tragedia.