Mundo
Ver día anteriorLunes 6 de enero de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Juan guaidó no reconoce el resultado

Luis Parra, nuevo presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela

El diputado de Primero Justicia recibe el respaldo del chavismo

Foto
▲ Luis Parra, diputado de Primero Justicia, habla con la prensa luego de rendir juramento como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.Foto Ap
Foto
▲ Juan Guaidó, líder opositor venezolano, intentó ingresar al recinto legislativo, luego de que le impidieron la entrada a una sesión en la que perdió el liderazgo del Congreso.Foto Ap
Página/12
Periódico La Jornada
Lunes 6 de enero de 2020, p. 20

Caracas. La Asamblea Nacional (AN) de Venezuela tiene una nueva junta directiva. Juan Guaidó, quien había asumido el año pasado en esta misma fecha, ya no es el presidente del Poder Legislativo. En su lugar fue nombrado este domingo, día de la sesión para elegir la junta, otro diputado de oposición para el periodo 2020-2021: Luis Parra, del partido Primero Justicia.

La elección de Parra sucedió en una sesión marcada por las dudas y las especulaciones. Ya se sabía, desde la mañana, acerca de la existencia de dos propuestas de junta directiva: una encabezada por Guaidó y otra por un sector de la oposición que había manifestado su desacuerdo con la coalición de Guaidó en los últimos meses, en una disputa marcada por acusaciones mutuas de corrupción.

Ese escenario político tenía la incertidumbre acerca de quién lograría la mayoría de votos necesarios: si el bloque de Guaidó o el de la oposición encabezada por Parra que, se sabía, contaría con el apoyo de los votos del bloque de parlamentarios del chavismo.

Sin Guaidó en la sesión de la Asamblea, la jornada se vio además marcada por la denuncia que realizó Guaidó desde las calles cercanas al palacio, donde afirmó que el operativo de seguridad le impedía entrar a la sesión para presidirla y ganar con la mayoría que aseguró tener. Junto a él se encontraban otros diputados, algunos de los cuales están inhabilitados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Esa versión fue desmentida tanto por los parlamentarios del chavismo, así como, por ejemplo, por Luis Parra y el diputado opositor José Britto, quienes aseguraron que Guaidó no ingresó a la sesión en vista de que sabía que no lograría los votos suficientes. Guaidó habría optado por mostrarse impedido de ingresar al recinto y así no perder la presidencia por los votos.

Ante la ausencia de Guaidó para dirigir la sesión, asumió la dirección el diputado más antiguo de la AN, Héctor Agüero, para presentar la propuesta de la lista encabezada por Parra, quien obtuvo los votos necesarios.

Treinta diputados de las regiones que nos cansamos del secuestro, que queremos abrirle un camino a la despolarización del país, dejamos claro cuál era nuestro planteamiento, presentamos nuestra alternativa, se dio una votación por aproximadamente 150 diputados que están registrados en cámara, afirmó Parra luego de su elección al frente de la AN.

Un punto de quiebre

La elección de la nueva junta directiva marca un punto de quiebre en el conflicto: el reconocimiento internacional de Guaidó como presidente encargado de Venezuela estuvo construido desde la hora cero a partir de su presidencia del Legislativo. Al quedar desplazado de ese cargo queda abierta la pregunta acerca del reconocimiento internacional sobre su presidencia interina.

Esa pregunta tuvo una respuesta temprana por parte del gobierno estadunidense que, a través de Mickael Kozak, subsecretario adjunto de la oficina de asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, quien calificó la sesión de farsa y aseguró que Juan Guaidó sigue siendo el presidente interino de Venezuela.

Guaidó, por su parte, instaló en horas de la tarde del domingo lo que denominó una sesión de la Asamblea Nacional fuera del Palacio Federal Legislativo, para elegir la nueva junta directiva y ratificar su presidencia para el periodo 2020-2021. Este escenario podría abrir las puertas a la existencia de una AN, presidida por Parra, y una AN paralela presidida por Guaidó.

No sería la primera vez que la oposición busca crear una institución paralela, como el caso del denominado TSJ en el exilio, creado en el 2017 y, desde entonces, fuera del país.

¿Qué harán Guaidó y Trump?

¿Qué intentará hacer luego Guaidó? Responder esa pregunta significa indagar acerca de qué buscará hacer el gobierno estadunidense en el expediente Venezuela. Hasta el momento sus cálculos han resultado errados: el caso del TSJ en el exilio nunca logró impactar, Guaidó nunca construyó un esbozo de gobierno paralelo y su capacidad de movilización tuvo su último fracaso en noviembre.

Esa pregunta por Estados Unidos lleva a analizar el escenario estadunidense, donde Trump, enfrentado a un juicio político, cuenta con el apoyo de su partido que lo defenderá en el Senado y en las urnas del 2020, pero ese respaldo se ha traducido en la mayor apertura interna a los sectores neoconservadores.

El escenario de escalada e inestabilidad en Irán, con su impacto en el aumento de precios del petróleo, puede traducirse en una necesidad de acelerar el desenlace en Venezuela. Lo sucedido el domingo, calificado mediáticamente como un golpe de Estado en el Parlamento, puede ser una oportunidad para justificar un nuevo escalón en el ataque contra el gobierno venezolano y el proceso político que encabeza.

El tiempo político ha vuelto a acelerarse en Venezuela luego de varios meses de relativa estabilidad política, un mejor cuadro económico de superficie que ya ha comenzado a resquebrajarse con un nuevo aumento acelerado del dólar y un ataque a dos cuarteles militares en diciembre que logró ser controlado.

Los próximos pasos a esperar serán la sesión de la AN paralela presidida por Guaidó, las medidas públicas y operaciones encubiertas que tomará Estados Unidos, y la convocatoria a las próximas elecciones legislativas que, en vista de los acontecimientos, no serán reconocidas por el gobierno estadunidense.