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Comienza el Año Beethoven

Mediante el uso de la inteligencia artificial buscan completar su Décima sinfonía, // El resultado será presentado en 2020, en el 250 aniversario del natalicio del compositor alemán

Foto
▲ Efigie de Ludwig van Beethoven (1770-1827) en un mural de gran formato, emplazado en una casa de Bonn, su ciudad natal. Más de 700 actos articulan el programa artístico cultural para conmemorar al célebre músico alemán.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 14 de diciembre de 2019, p. 3

Berlín. Cuando murió, en 1827, Ludwig van Beethoven sólo había escrito unas notas de la que iba a ser su décima sinfonía. Ahora un equipo de musicólogos e informáticos buscan completarla con ayuda de la inteligencia artificial.

El resultado final será presentado el 28 de abril de 2020 en Bonny debería ser uno de los aspectos más destacados de las festividades que comenzaron ayer por el 250 aniversario del nacimiento del compositor alemán.

Beethoven había comenzado a trabajar en esta sinfonía en paralelo a la famosa Novena y al Himno a la Alegría, hoy himno de la Unión Europea.

Pero el compositor abandonó la Décima y al morir, a los 57 años, sólo había escrito unas pocas notas, unos diagramas y algunos bocetos.

Dos siglos y medio después, un programa de inteligencia artificial analizó primero todas las obras del compositor y luego, gracias a sus algoritmos de tratamiento de voz, comenzó a proponer opciones para ampliar la partitura.

Visionario

El proyecto fue iniciado por Deutsche Telekom, con sede en Bonn, ciudad natal de Beethoven.

Pero además de una operación publicitaria para el ‘‘Año Beethoven’’, el grupo quiere también desarrollar sus tecnologías, en particular el reconocimiento de voz.

‘‘Al igual que el lenguaje, la música está compuesta de pequeñas unidades, letras o notas que cuando se combinan, tienen sentido’’, explicó una portavoz del grupo.

Los primeros ensayos, hace unos meses, fueron considerados demasiado mecánicos y repetitivos; sin embargo, los últimos intentos son más convincentes.

‘‘El desarrollo, en contraste con las pruebas anteriores, es impresionante, incluso si la computadora todavía tiene mucho que aprender’’, refirió Christine Siegert, directora del departamento de archivos e investigación de la Casa Beethoven en Bonn. Según esta especialista en el músico alemán, esa obra del compositor no quedará ‘‘distorsionada’’ porque las creaciones anteriores no forman parte del proyecto ‘‘y los fragmentos originales de la Décima sinfonía son solamente pistas de trabajo limitadas.

Siegert se dijo ‘‘convencida’’ de que el compositor no se habría opuesto a esa iniciativa, pues él mismo fue un ‘‘visionario’’.

Sin embargo, el compositor y musicólogo británico Barry Cooper, quien intentó completar el primer movimiento de la Décima, tiene más dudas.

‘‘Escuché un extracto. No se parecía en nada a una reconstrucción convincente de lo que Beethoven hubiese querido hacer, incluso teniendo en cuenta el sonido computarizado y la ausencia de contraste entre los sonidos fuertes y suaves’’, detalló Cooper.

Este profesor de la Universidad de Manchester, autor de varios libros sobre el compositor, admite que ‘‘hay margen’’ para mejorar.

‘‘En cualquier interpretación de la música de Beethoven existe el riesgo de distorsionar sus intenciones’’ y en este caso el ‘‘riesgo’’ de tergiversar el trabajo es aún mayor, sostuvo.

Esa postura la comparte Dirk Kaftan, director de la Orquesta Beethoven de Bonn: ‘‘Nosotros, los músicos, estamos divididos sobre esta iniciativa’’, confió ayer en lainauguración de la casa dedicada al compositor en su ciudad natal, señalando no obstante que la inteligencia artificial permite descubrir ‘‘un nuevo territorio’’.

En el pasado hubo iniciativas similares con obras de músicos como Gustav Mahler, Johann Sebastian Bach y Franz Schubert, con resultados varios. A principios de 2019, por ejemplo, el gigante chino Huawei intentó completar la Sinfonía inacabada de Schubert.

Pero cuando las partituras compuestas por el llamado aprendizaje automático (machine learning) fueron interpretadas por la London Session Orchestra sonaron, según la prensa europea, como la banda sonora de una película de Hollywood y no como una obra del compositor austriaco.