Economía
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Estimaciones, en categoría especulativa

Piden sensatez sobre nuevo campo petrolero
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de diciembre de 2019, p. 25

El descubrimiento del campo petrolero Quesqui es un paso importante para el sector energético y demuestra que el país cuenta con capacidad para explorar campos potenciales en tierra, los cuales pueden apoyar a estabilizar y elevar los niveles de producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmaron expertos del sector energético consultados por La Jornada.

No obstante, destacaron que no es momento de echar las campanas al vuelo, pues hacen falta estudios sobre el campo, el cual, según los primeros datos difundidos por la administración, tiene capacidad para producir hasta 700 millones de barriles de hidrocarburos. Además, la viabilidad de que eso ocurra.

Fluvio Ruiz, analista del sector energético y ex miembro del consejo de administración de Pemex, afirmó que los descubrimientos de ese tipo siempre son buena noticia. Y más por el potencial de producción que tiene Quesqui, pero hace falta verificar si eso es posible.

Pemex ha demostrado en el pasado que siempre que hay dinero para invertir en exploración ha dado muy buenos resultados. Entre 2003 y 2012 logró pasar de una tasa de restitución de reservas de 24 a 100 por ciento. Entre 2011 y 2012 fue la empresa más exitosa del mundo en reincorporación de reservas rentables, la definición clásica de reservas, agregó.

El analista aclaró que ahora el gobierno y la empresa productiva del Estado deben tener prudencia, pues el potencial calculado para Quesqui son estimaciones en reservas 3P, es decir, están en categoría especulativa.

“Por definición, ese tipo de reservas tienen 10 por ciento de probabilidades de convertirse en producción, de tal suerte que todavía hay que esperar los resultados sobre estudios de limitaciones para que se vayan presentado esos números. Cuando haya exámenes de reservas 2P –reservas probadas– los números hablarán”, apuntó.

Los análisis durarán meses

Arturo Carranza, consultor independiente del sector, coincidió con lo anterior y precisó que los estudios para delimitar de forma certera la capacidad de producción de Quesqui, ubicado en Tabasco, pueden elaborarse en meses, al depender de las prioridades actuales de la administración pública.

Hoy día la prioridad de Pemex es su plan de desarrollo de 20 campos. Los tiempos dependen de la urgencia de la empresa. Si es una prioridad, como ha dicho la administración, deberían hacerse en un tiempo razonablemente corto, meses, pero depende mucho el proceso de delimitación, de la capacidad operativa de la petrolera.

Carranza expresó que si bien es temprano para deducir si habrá éxito en la capacidad productiva del campo, es buena noticia que el gobierno opte nuevamente por la exploración de asignaciones terrestres, como Ixachi, campo que el pasado gobierno catalogó de uno de los descubrimientos más importantes en la historia.

Los esfuerzos de este gobierno por enfocarse en aguas someras y campos terrestres comienzan a acreditar resultados. En los últimos dos Pemex decidió dejar los campos terrestres, enfocarse en aguas someras y después en aguas profundas, bajo el argumento de que los de tierra están agotados, pero esta administración está dando reserva a esta idea, subrayó.

Ramsés Pech, analista energético, sostuvo que si bien es un primer paso para aumentar la producción de hidrocarburos hacia finales del sexenio, es necesario dar un enfoque en el que Pemex no debe pagar todos los costos operativos por la exploración de estos campos.

Pemex debe tener el dinero suficiente para disminuir sus riesgos y pasar a un éxito comercial al desarrollar Quesqui. Esto deberá realizarlo en los 20 campos actuales para incorporar más reservas en el futuro. Se debe buscar alguien que asuma los riesgos financieros y operativos para alcanzar las metas de producción de 2024, aseveró Pech.

Fluvio Ruiz manifestó que este tipo de descubrimientos deben abrir paso para volver a revisar la reforma energética, que no se le ha movido ni una coma, y que Pemex pueda volver a aliarse con operadores privados. Que la empresa decida dónde deben invertir, pero tener más contratos con privados.