Economía
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Caída de la industria de la construcción arrastra generación de empleos
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de noviembre de 2019, p. 21

La disminución de la actividad industrial ha provocado que en los tres primeros trimestres del año la generación de empleo haya sido menor a la estimada por analistas del sector privado, consideraron especialistas.

Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis, Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que el crecimiento de 1.72 por ciento del número de trabajadores permanentes y eventuales urbanos reportado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es resultado de la caída por 13 meses consecutivos del sector de la construcción, el cual aporta 6 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Esto se refleja en el registro laboral ante el IMSS, en el sentido de que el sector que inmediatamente reporta trabajadores ante la institución es el de la construcción, agregó.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en septiembre pasado la construcción cayó 8.3 por ciento anual, mientras en los primeros nueve meses del año el descenso sumó 4.7.

El especialista comentó que la situación de ese ramo industrial se agudizó a raíz del subejercicio del presupuesto en el segundo trimestre, que alcanzó 200 mil millones pesos, lo cual, a su vez, se vio en el registro de empleos.

Expresó que el plan de infraestructura, el cual, supuestamente, contempla mil 600 proyectos, puede catapultar la generación de empleos, pues implicaría a los sectores de la construcción y el siderúrgico.

Martínez Cortés aseveró que se prevé que dicho plan, el cual será anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el próximo día 26, no será necesariamente de obras tradicionales, es decir, carreteras, sino se tratará de otro tipo de trabajos, como inversiones en la rehabilitación de la refinería de Cadereyta (17 millones de pesos), en la de Tula, que necesitaría 57 millones.

Se espera que tendrá un impacto de 254 mil millones de pesos en 61 grandes proyectos.

El experto agregó que ese plan no únicamente reactivaría la economía con la creación de empleos, sino también impactaría en las finanzas públicas, pues se recaudarían más recursos por impuesto sobre la renta, que deben pagar trabajadores y empleadores, así como por los impuestos al valor agregado y especial sobre producción y servicios por el consumo de los consumidores.

No sólo es inversión pública la que estaría impactando en la creación de empleos y la inversión privada, sino, por otro lado, estaría fortaleciendo la tributación a raíz de los tres grandes impuestos, enfatizó Martínez Cortés.

La precarización laboral se profundiza

A casi un año de haber comenzado la Cuarta Transformación, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador aún carga con la herencia negativa de la mala calidad del mercado laboral, la cual es atribuible a la precarización de las empresas, consideró el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

La mala calidad de la ocupación y el empleo, indicó, representan la mayor fuente de pobreza e inequidad en el país. Cifras del Inegi, apuntó, indican que durante los tres primeros trimestres del año las grandes empresas fueron las unidades productivas que evitaron un mayor deterioro al crear 144 mil plazas laborales, mientras las medianas contribuyeron con 37 mil. En contraste, las pequeñas perdieron 77 mil.

Sin embargo, destacó que 2.2 millones de trabajos generados en los nueve primeros meses del año se ubicaron en el rango de hasta un salario mínimo y otras 2.2 millones de plazas pagan entre uno y dos miningresos, lo cual demuestra la precarización del empleo.

Subrayó que la recesión industrial ha impactado de manera negativa la generación de empleos con valor agregado, pues si bien el sector de la construcción perdió 117 mil, la extractiva y de electricidad redujeron sus plazas en 14.5 mil. En transportes y comunicaciones se perdieron 13.4 mil puestos. Por el contrario, las plazas de bajo valor agregado fueron creadas en los sectores comercio y restaurantero: 597 mil y 384 mil, respectivamente.

El instituto aseguró que en los pasados 15 años el número de plazas laborales bien remuneradas se han reducido. En 2005, 18 por ciento de personas ocupadas recibían entre tres y cinco salarios mínimos. En la actualidad la proporción es de 8.3 por ciento, es decir, en 2005 cerca de 7.7 millones de personas percibían entre dos y tres minisalarios, contra 4.5 millones ahora.

En cuanto a las personas que recibían más de cinco salarios mínimos durante el mismo periodo, la proporción pasó de 10.1 a 3.3 por ciento, es decir, 4.4 millones en 2005, a sólo 1.8 millones en 2019.

El IDIC comentó que la austeridad y el gasto social asistencial no pueden compensar la falla estructural del mercado laboral. De mantenerse esa tendencia, advirtió, las condiciones de marginalidad en la ocupación y el empleo afectarán el consumo privado, el crecimiento económico y las finanzas públicas, por lo que se minará el bienestar de las familias.