os niños corren más peligro de ser asesinados en México que en Palestina o en Siria –afirma la organización internacional Save the Children. También informa que en el ranking mundial de calidad de vida de los menores, que mide a 176 países, México descendió en 2019 tres lugares, pasó del puesto 93 al 96, muy por debajo de países como Cuba, Chile y Perú. La calidad de vida de la infancia nunca ha sido prioridad de los gobiernos en México, ¡tampoco lo es hoy! En los pasados 30 años ha aumentado la indiferencia hacia necesidades y derechos de la niñez.

La organización internacional Save the Children surgió en Europa después de la primera Guerra Mundial para trabajar por los huérfanos y sacarlos adelante en la posguerra. Cumplida esa tarea, la organización empezó a trabajar en otros continentes y también en América Latina. Sus representantes en México salieron el pasado septiembre a calles de la Ciudad de México, Puebla, Sinaloa, Guerrero y otras urbes para conocer de cerca la situación de los niños. Concluyen que es muy grave. Actualmente mueren diario cuatro infantes a causa de la violencia por la delincuencia organizada y por la invisible violencia familiar. Hace ya dos décadas que los niños de la calle en México empezaron a ser abandonados por el Estado y a la vez atraídos por grupos narcos.

Los parámetros para construir el ranking de calidad de vida infantil en cada país son: la TMM1 y la TMM5: tasas de mortalidad infantil de menores de un año y de cinco años, respectivamente, por cada mil nacidos vivos. También se toma en cuenta la nutrición, los servicios de salud, el acceso a la escuela y otros. Muchos economistas comparten con la Unicef y con Save the children el criterio de que la calidad de vida y mortandad en la infancia son indicadores mucho más precisos para medir el desarrollo de los países que los tradicionales PIB nacional o per cápita, que ocultan la desigualdad y los índices de pobreza real.

El director de la Red por los Derechos de la Infancia en México, Juan Martín Pérez, asegura que cada día son asesinados tres niños y desaparecen otros cuatro, y que el Estado no está cumpliendo con los derechos fundamentales de los casi 40 millones de menores que habitan en el país.

Es un hecho que sin desarrollo infantil temprano la transformación social es sólo una quimera.

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