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La coreógrafa Peggy Baker convierte en danza el duelo por la muerte de su cónyuge

Presentó en el Festival Cervantino la obra Quiénes somos en la oscuridad

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▲ Bailarines durante la interpretación de la obra de danza contemporánea, acompañada de música, que se presentó en el Teatro Principal en la capital cervantina.Foto cortesía del FIC
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 24 de octubre de 2019, p. 4

Un duelo que solloza, rasga y rompe con la fuerza del cuerpo, es la oscuridad que la coreógrafa Peggy Baker trajo desde Canadá al Festival Internacional Cervantino, acompañada de Sarah Neufeld y Jeremy Gara, músicos de la banda indie Arcade Fire.

Who we are in the dark (Quiénes somos en la oscuridad) es el nombre de la obra de danza contemporánea que se vivió dos noches en el Teatro Principal. Mientras las calles estaban abarrotadas, la sensibilidad del espectador quedó estrujada por estruendo y paz que cobran vida en un foro.

La muerte de su esposo hace ocho años detonó que Baker indagara en su interior, entre el dolor y la confusión. Un homenaje al ser que se fue es parte del simbolismo de una obra que retrata el proceso de indagación y encuentro con la persona que es ahora, en la oscuridad teñida de azul, resultado que por una hora permite la mirada interior, que culmina hecha jirones.

‘‘La oscuridad es una parte fundamental”, sostuvo la coreógrafa sobre la obra que nació por haber perdido a alguien amado. Luego encontró la colaboración con la violinista Sarah Neufeld, quien, consideró, hace interpretaciones con mucha fiereza.

Intimidad y un poco de depresión son parte de las emociones que se convirtieron en danza, describió Baker en conferencia de prensa, sobre una obra poética alrededor de una pareja que se separa. La danza se enriquece con la música, comisionada para la coreografía, que fue lo que se creó primero.

Alegría por volver

El violín de Sarah y la batería de Jeremy que nacen en vivo de sus instrumentos, se expanden por el escenario; en otros momentos son las imágenes proyectadas en el fondo del escenario, delirantes. También lienzos del pintor John Heward que cuelgan de lo alto ocupan la sensibilidad, acompañando los movimientos de los bailarines en añil con gemidos y gritos hambrientos, vueltas enlazados de las manos o duetos que hacen pensar en la conexión entre seres humanos. La poesía de Rainer Maria Rilke, Sylvia Plath y Pablo Neruda fueron parte de los sonidos que inspiraron la obra de la compañía Peggy Baker Dance Projects, fundada en 1990. ‘‘Hace 30 años, cuando era una joven bailarina que vivía en Nueva York, vine al Festival Cervantino. Ahora es una alegría volver a estas hermosas calles para presentar su trabajo”, relató Baker.