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Fundar una escuela de dibujo en honor de Aceves Navarro, analiza la titular del Inbal
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▲ El féretro con los restos de Gilberto Aceves Navarro, ayer, en el Palacio de Bellas Artes, donde se rindió tributo al artista.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de octubre de 2019, p. 5

Varias generaciones de alumnos del pintor Gilberto Aceves Navarro, quien falleció el domingo a los 88 años, acudieron ayer al Palacio de Bellas Artes a despedirlo, cubrir su féretro con dibujos y celebrar su legado artístico y académico.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez, adelantó que existe una propuesta para fundar una escuela de dibujo en honor del artista, quien trabajó hasta el último momento en diversas obras, por ejemplo, en Los árboles de la noche triste, esculturas que se exhibieron por vez primera en el homenaje de despedida, de cuerpo presente, que se le rindió en el máximo recinto cultural de México.

Al lado del ataúd se colocaron Los gendarmes, piezas de acero al carbón y esmalte al horno, también recién salidas del taller de quien será recordado, sobre todo, por su generosidad para enseñar.

‘‘Nos interesa hacer un trabajo de divulgación mucho más extenso de la obra del maestro. La Fundación Aceves Navarro tiene un proyecto muy importante que nos interesa apoyar”, detalló la funcionaria.

Agradecimiento infinito

Lucina Jiménez recordó que Aceves Navarro decía que ‘‘cualquier persona podía acercarse al dibujo si tenía capacidad de disciplinarse y descubrirse a sí misma, porque una de sus cualidades fue que no dictaba, no mandaba, no ordenaba, abría la opción de que cada quien descubriera sus posibilidades, y ahí encontraba la oportunidad de desarrollo de cada alumno. México necesita eso, un lugar donde el dibujo pueda estar presente de esa manera.

‘‘Hay un Aceves Navarro por descubrir, por revelar y, sobre todo, por compartir en ese proceso formativo que tendremos que hacer, reconociendo lo que ya está avanzado. Hay mucho por reconstruir, obra por identificar; él donó muchas piezas, por ejemplo a instituciones de salud, necesitamos hacer una recuperación de toda esa información.”

Los restos del artista ingresaron al Palacio de Bellas Artes poco después de las 12 horas, en medio de aplausos, gritos de ‘‘¡gracias, maestro!” y una selección musical con el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, dirigidos por Carlos Aransay, que interpretó fragmentos del Oficio de difuntos, de Tomás Luis de Victoria.

Dio la bienvenida Natalia Pollak, directora del Museo de Arte Moderno, mientras la semblanza la hizo Luis Rius Caso. También intervinieron Luis Ignacio Sáinz Chávez y Gabriel Macotela, uno de los alumnos de Aceves Navarro, quien señaló que los discípulos del artista ‘‘hoy nos sentimos huérfanos. Ha sido uno de los maestros más generosos de los que México haya tenido. Somos muchas generaciones de jóvenes a los que nos transformó con su pasión por compartir una manera diferente de mirar las cosas, la vida, la libertad, la belleza. Nuestro agradecimiento infinito por todo lo que nos dio en su enseñanza, un ejemplo de vivir, de luchar, de crear siempre, con humor, feliz, con cariño”.

Casi al término del homenaje, en el que se escuchó música de Bach, Haendel, Gounod, Schubert y Frank con el Cuarteto Loyola, mientras se hacían las guardias de honor, llegó la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, quien informó que la dependencia a su cargo organizará una jornada de clases de dibujo y pintura ‘‘para seguir honrándolo”.

El hijo del maestro, Juan Aceves, dijo: ‘‘Hay una cantidad impresionante de obra que deja mi padre, muchísimos proyectos en el tintero; buscaremos que se lleven a cabo, aun sin él, pues lo que siempre hizo fue dar de una manera genuina y honesta. Eso debe continuar”.