Cultura
Ver día anteriorDomingo 8 de septiembre de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Actualizan cómo el totalitarismo asfixia todo resquicio de libertad

Adaptación en teatro de la novela 1984, de Orwell // El Gran Hermano, omnipresente policía del pensamiento

Foto
▲ Escenas del montaje de 1984, basado en la novela distópica de George Orwell, con un elenco encabezado por Antón Araiza, Vanesa Restrepo y Constantino Morán.Foto cortesía del Centro Cultural Helénico
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de septiembre de 2019, p. 5

Basada en la célebre novela distópica 1984, escrita por el británico George Orwell, que retrata un Estado totalitario y manipulador de la información sobre la realidad, que practica la vigilancia masiva, que ejerce una brutal represión política y social, y donde el mero hecho de pensar es un crimen, se presenta una adaptación de esa historia en el Centro Cultural Helénico.

Con adaptación de los escritores ingleses Robert Icke y Duncan Macmillan, y dirección de José Manuel López Velarde, el montaje evoca un tiempo dominado por ‘‘El Partido” y a una sociedad en la que cualquier persona es sospechosa de ser rebelde contra el sistema.

Un sistema que controla e impone qué es la realidad, omnipresente y vigilante denominado el Gran Hermano, que ha instituido la Policía del Pensamiento e implementado como castigo la temida habitación 101.

Incertidumbre, opresión, vigilancia y tortura

La incertidumbre, la opresión, las noticias falsas, el pensamiento uniforme, la permanente vigilancia, la anulación del pasado, el control de la realidad y el lenguaje para no tener la necesidad de pensar, así como la tortura subyacen en esa sociedad donde el tiempo se trastoca, la privacidad es un privilegio y los pequeños actos de felicidad y placer deben mantenerse en secreto.

Winston Smith, empleado anodino, comienza a escribir un diario sabiendo que el solo hecho de tomar la pluma es un acto ilegal. No obstante eso le permite cuestionar su realidad y la de su entorno. Su insumisión lo lleva a descubrir y ser parte de un grupo de disidentes conocido como ‘‘La Fraternidad” y entabla una relación amorosa con una mujer e integrante de ‘‘El Partido’’, de nombre Julia. Ambos están dispuestos a todo con tal de derrocar al sistema.

La propuesta escénica 1984 amalgama la esperanza de escapar de ese mundo totalitario con una realidad en la que el poder lo controla todo. Donde el Hermano Mayor vigila cada movimiento, donde la tecnología y la manipulación de la realidad asfixian cualquier resquicio de libertad.

Los lemas ‘‘La guerra es la paz”, ‘‘La libertad es la esclavitud” y ‘‘La ignorancia es la fuerza” se ponen de manifiesto en este montaje.

Para José Manuel López Velarde la obra de Orwell escrita en los cruciales momentos de la guerra fría, es hoy de enorme vigencia.

‘‘En la actualidad sabemos que nuestros movimientos y nuestros datos son utilizados con distintos propósitos. El gobierno y las corporaciones ejercen gran poder con nuestra información: uno de ellos es manipularnos.”

De la novela lo que más me interesó, destacó el creador escénico, ‘‘es que cada vez tenemos menos capacidad de confiar en nuestros sentidos e intelecto para decodificar la realidad. Las fakes news (noticias falsas), por ejemplo, porque a partir del Timeline (conjunto de comentarios en las redes sociales) nos creemos que está lloviendo afuera en lugar de asomarnos a la ventana”.

Con traducción de Paula Zelaya Cervantes, composición musical de Tareke Ortiz, escenografía e iluminación de Jesús Hernández, que generan distintas atmósfe-ras y lugares, desde una tienda de antigüedades hasta la temida habitación 101, y un elenco encabezado por los actores Antón Araiza, Vanesa Restrepo y Constantino Morán las funciones de 1984 concluyen hoy a las 18 horas en el Teatro del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn).