Capital
Ver día anteriorMartes 13 de agosto de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Exigían justicia, pero rechazaron dialogar

Protesta de grupos feministas deviene en vandalismo en calles, SSC y PGJ
Foto
▲ Integrantes de organizaciones feministas protestaron frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y vandalizaron instalaciones de la PGJ por la violación de una menor de edad por cuatro policías.Foto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de agosto de 2019, p. 28

Una protesta de diversos colectivos feministas que exigían castigo para cuatro policías señalados por una menor de violarla el 3 de agosto en Azcapotzalco, derivó en pintas y la destrucción de la puerta de acceso y mobiliario de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), así como en un baño de diamantina al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Jesús Orta.

El llamado por redes sociales utilizando los hashtags #NoMeCuidanMeViolan y #LaPolicíaViola reunió a las 13 horas a más de 50 mujeres frente al edificio de la SSC, ubicado en la calle Liverpool número 136, colonia Juárez, quienes a gritos y con cartulinas demandaban justicia.

Unos minutos más tarde arribaron más de 250 mujeres, varias con pasamontañas negros o la mitad del rostro cubierto con paliacates de colores, quienes lanzaban consignas contra los uniformados apostados en la entrada del inmueble.

La protesta fue subiendo de tono y al grito de si los encontramos, los matamos, un grupo de encapuchadas empezó a hacer pintas con aerosol rojo en la pared del edificio, por lo que salió el titular de la dependencia.

Su llamado a dialogar no tuvo eco, pero provocó que empezarán a gritar violadores, violadores, lo que fue aprovechado por una de las manifestantes para arrojarle diamantina color rosa en la cabeza, mientras otra intentó pintarlo con aerosol rojo, sin éxito.

El impedimento de los policías exacerbó los ánimos y generó que fueran pintados con aerosol o bañados con diamantina. El funcionario, molesto, ingresó a sus oficinas y los manifestantes, en su mayoría mujeres, se encaminaron al búnker de la PGJ.

Cuatro mujeres vestidas de policías encabezaron la marcha por las calles Liverpool, Niza y avenida Chapultepec, que era delimitada por lazos de yute para evitar infiltrados, según dijeron, aunque algunas de las participantes aprovecharon para hacer pintas.

Vandalismo a su paso

Ni sucursales bancarias, casas, comercios o puestos metálicos se salvaron de pintas contra los cerdos policías y hasta un grupo de mujeres, a quienes se les cayó una tarjeta de la perredista Rosa María Cabrera Lofte, escribieron el nombre de Guardia Nacional.

Al llegar a las instalaciones de la PGJ, en la calle Gabriel Hernández número 56, vandalizaron una cámara de seguridad e hicieron pintas en paredes, pisos y escaleras, y colocaron una cabeza de puerco en un poste de luz.

Tras la condena a las filtraciones de información y la negligencia de las autoridades para atender los casos de violación por Araceli Osorio, madre de Lesvy Rivera, víctima de feminicidio, y Rocío Hernández, de Por un México Constituyente a favor de las Mujeres, un grupo arrojó botes de aerosol a la puerta principal.

Tres mujeres, a quienes se identificó como Samantha, Lorena y Erika, del Colectivo Feminazi, fueron las primeras en romper los cristales e ingresar al inmueble, donde una turba las siguió y destruyó computadoras, escritorios y sillas.

Los trabajadores se resguardaron en algunas oficinas, mientras policías de investigación se colocaron detrás de los torniquetes para impedirles el paso, pues esperaban ser recibidas por la procuradora Ernestina Godoy y entregarle sus demandas, lo cual no sucedió.

A las 16:30 horas, los manifestantes decidieron retirarse, ante la falta de diálogo y de condiciones.