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Legalizar la mariguana puede dar paso a mundos más perversos, plantea nueva serie de HBO

En charla con La Jornada, el director Quico Meirelles habla sobre la idea original de Pico de neblina

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▲ Fotograma de la serie que contó con la colaboración del laureado Fernando Meirelles, director de Ciudad de Dios.
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 3 de agosto de 2019, p. 5

Quico Meirelles sabe lo que es entrar en nuevos terrenos con altas expectativas. Hijo del cineasta Fernando Meirelles, que en 2004 fue nominado a cuatro premios Óscar por la película Ciudad de Dios, el joven brasileño debuta en las pantallas internacionales de la mano de HBO con Pico de neblina, serie que imagina la vida de un grupo de amigos dedicados al tráfico ilegal de mariguana en un Brasil ficticio, donde su prohibición es recién abolida, lo cual los obliga a hacer legalizar el negocio.

Con su padre como productor y principal colaborador en la con-fección de la historia, el más joven de los Meirelles tras la cámara no sólo dirige, sino también coescribe una historia que, sin ambiciones de sacudir a un país recientemente convertido a la extrema derecha y el conservadurismo, seguro dará mucho de qué hablar por otros temas no menos ríspidos.

¿Hasta dónde lo legal y lo ilegal son una verdadera línea divisoria entre el bien y el mal? ¿La ambición puede medirse de manera distinta cuando proviene del mundo empresarial, a diferencia del narcotráfico? Todas estas interrogantes son las que Meirelles y compañía quieren sembrar en nuestras mentes, al mismo tiempo que nos involucran en una historia fresca, en la que, lejos de ver las dificultades de enfrentarse a hombres armados protegidos por la violencia de un mundo fuera de la ley, veremos a los protagonistas hacer frente al crimen de cuello blanco.

En charla con La Jornada, el director de Pico de neblina habla sobre las inquietudes que originaron esta nueva serie, que promete poner a Latinoamérica nuevamente en el mapa mundial del entretenimiento de la mano de otro brasileño de apellido Meirelles.

–¿De dónde surge la inquietud de hacer Pico de neblina, tomando en cuenta las consecuencias que la premisa tendría en el mundo real?

–Todo salió de una idea que tuve con mi grupo de amigos de la facultad de cine. A uno de ellos se le ocurrió contar la historia de un joven traficante de mariguana y qué pasaría con él si ésta se legalizara. Entonces lo invité a colaborar con un grupo de cuatro guionistas para desarrollar la idea. De esas reuniones salió la idea final, los guiones y los episodios. Nos reunimos con HBO y les gustó mucho la idea y echamos a andar la producción.

Para nosotros era muy importante mostrar un Brasil actual, parecido al que existe pero con un giro que nos permitiera explorar qué pasaría con los interesados en esa nueva ley y las posibilidades que se abrirían con el surgimiento de ese mercado. Temas como el narcotráfico también están presentes porque, ¿qué pasaría con quienes se dedican a eso? Hay toda una economía ilegal que viene de ahí. No sólo es un ejercicio de futurología, sino también una manera de comentar sobre Brasil en la actualidad y qué pasa políticamente en torno a las drogas, sin necesariamente buscar respuesta o solución, pero sí siendo observadores críticos.

–Casi toda la ficción que trata el tema de las drogas va sobre gente que al entrar en ese mundo es arrastrada a la ilegalidad. Esto es lo opuesto.

–Exacto. Esa es la idea.

–¿Hay alguna legislación pendiente que les diera herramientas reales para sustentar la ficción?

–Por supuesto. El equipo de guionistas hizo una pesquisa muy profunda de todos los lugares en los que la mariguana ya fue legalizada, ya sea de manera recreativa o medicinal; sobre todo se enfocaron en los modelos de legalización, porque es muy distinto lo que pasa en Uruguay a lo que pasa en California. Tan sólo en Estados Unidos el modelo varía dependiendo del estado.

“Lo particular es que, a partir de esto, elegimos el más cercano a lo que funcionaría en Brasil. Tenía que ser interesante para que en ese marco se desarrollara nuestra historia. El escenario de Pico de neblina es más cercano a lo que pasa en Estados Unidos. Aquí el protagonista debe ir de la ilegalidad a la legalidad, aunque no es alguien que no disfrutara ese estilo de vida. El paso de un lado al otro de la ley no será tan sencillo como imaginaba. Del lado empresarial tampoco hay ética ni moral, y quizás hasta se trata de un mundo más perverso.”

–Brasil se ha agitado políticamente de manera considerable y radical en años recientes, pasó de un modelo de gobierno al otro extremo en poco tiempo. ¿La serie comenta esa realidad? ¿El pasado real inmediato de Brasil hace contrapunto a la ficción que planteas?

–Es curioso, porque cuando empezamos el desarrollo de la serie, en 2014, no imaginábamos hacia dónde iría el curso de Brasil. Incluso pensábamos que la mariguana iba a ser legalizada antes de que saliera la serie, y ocurrió lo opuesto. Al menos me parece que Brasil está cada día más lejos de la legalización. El modelo que pensamos en la serie sería imposible ahora mismo. Por esa razón no podemos copiar el modelo actual, que es mucho más conservador, aunque eso no significa que ignoremos a esa gente, porque en Brasil siempre ha habido un sector así. Pero esto fue lo que definitivamente nos hizo ver la historia desde la ficción absoluta, a la distancia del Brasil contemporáneo.

Alianza con HBO, clave

–HBO siempre ha sido una marca que se jacta de hacer visibles temas controversiales y transgresores. ¿De qué manera fue clave la alianza con ellos para dar vida a un proyecto con estas ambiciones?

–Todos los productores de HBO con quienes hemos trabajado no han hecho más que empujarnos a buscar más. Nos incitan a ser mejores. Sus preguntas y recomendaciones siempre nos hacen pensar de forma más grande y, principalmente, buscar rebasar los límites. Ellos son especialistas en llevar al público historias diferentes, así que sus sugerencias siempre son bienvenidas porque apuntan a ese crecimiento y ambición. Su manera de hacer las cosas sin duda nos ha ayudado a mejorar.

–Del gobierno brasileño, ¿tuvieron apoyo para filmar allá?

–Eso fue particular. Nunca nos había pasado pero, para Pico de neblina, muchas de las locaciones, actores, música y hasta imágenes de archivo que queríamos usar fueron negadas. El tema de la serie hizo que tuviéramos que dejar de lado muchos elementos que teníamos preconcebidos. Me imagino que tuvo que ver la ola conservadora que ahora rige. Siempre había un pretexto para decirnos que no podíamos filmar en ciertos lugares, o para que nos prohibieran el uso de tal o cual canción. Quizás ahí fue donde el momento político actual de Brasil se hizo más presente.

Pico de neblina, producción brasileña de HBO América Latina, se estrena este domingo a las 21 horas en el canal y en streaming.