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Grupo México descarta daño por clausura
 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de julio de 2019, p. 24

Grupo México descartó un impacto en las operaciones de su terminal marítima de Guaymas, Sonora, por la clausura parcial y temporal que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso a esas instalaciones el pasado día 19 por carecer del permiso de impacto ambiental, cuando le hizo una segunda inspección por el derrame de ácido sulfúrico en el mar de Cortés.

No esperamos impacto en las operaciones debido a que esta terminal tiene programado el próximo embarque a finales de agosto, indicó el corporativo de Germán Larrea en un nuevo comunicado que envió ayer a sus inversionistas como evento relevante a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para informarles sobre la situación de la terminal marítima, donde ha asegurado que sólo se derramaron 3 metros cúbicos de ácido sulfúrico que resultaron inofensivos, porque se neutralizó con el agua del mar.

Sobre el permiso de impacto ambiental argumentó que no lo requería, toda vez que las obras y actividades realizadas iniciaron en 1979, casi una década antes de que se promulgara la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que data de 1988, por lo cual no se requería la obtención de dicha autorización para operar.

Por lo anterior, esas licencias no son requisito para las empresas que operaban con anterioridad, puntualizó. Aseguró que en 2009 obtuvo la Certificación de Industria Limpia de la Profepa para la terminal portuaria, con cuatro renovaciones posteriores de 2 años de vigencia cada una.

Desconocemos los motivos o causas para esa clausura parcial y temporal. Continuaremos aportando a la autoridad ambiental todos los elementos que sean necesarios para brindar la certeza respecto de la operación en estricto apego a la normatividad ambiental. Esperamos que la autoridad levante la clausura una vez satisfecho este procedimiento, indicó.

Insistió en que la Profepa realizó una primera visita de inspección a sus instalaciones después del derrame del ácido y concluyó que se ejecutaron las medidas inmediatas para contener los materiales liberados y no se hizo referencia alguna a la existencia de impactos negativos al ambiente derivados del incidente.

Sin embargo, en una segunda inspección efectuada el 19 de julio la Profepa ordenó una clausura parcial y temporal únicamente respecto al proceso de almacenamiento y conducción de ácido sulfúrico en la terminal, argumentando la falta de autorización de impacto ambiental.

Ayer reportó sus resultados del segundo trimestre, en los que registró una caída en su utilidad neta de 4.5 por ciento, al contabilizar 438.6 millones de dólares.

Sus ingresos subieron 2 por ciento, a 2 mil 720 millones de dólares, mientras su flujo de efectivo antes de impuestos y depreciación (Ebitda) sumó mil 316 millones de dólares, con lo que mantuvo los niveles del mismo periodo del año pasado.