Opinión
Ver día anteriorLunes 15 de julio de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

Donald Trump, repugnante// Cacería de indocumentados

C

on su característica sutileza, el salvaje de la Casa Blanca encontró la fórmula para resolver el problema migratorio de su país: violencia y terror contra los indocumentados, la manera más inmunda y violatoria de los derechos humanos para aquellos que ingresaron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. Despiadado, Donald Trump inició ayer la cacería (redadas masivas le llama) a nivel nacional para deportar a todo aquel indocumentado que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) logre detener, sin importar si se trata de menores de edad –acompañados o no– o incluso de personas que llevan años viviendo en Estados Unidos y tienen familia nacida allí, sin otra alternativa que la cárcel y la deportación.

Las ciudades estadunidenses con el mayor número de indocumentados se localizan en los estados de California, Illinois, Texas y Florida, pero los operativos del ICE no se limitan a ellos. Según información del Pew Research Center –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes– en 11 ciudades de los estados citados se concentra una buena proporción del total. El crecimiento de la población entre los hispanos de Estados Unidos se ha desacelerado desde la década de 2000. De 2005 a 2010, la población hispana creció anualmente 3.4 por ciento en promedio, pero esta tasa ha disminuido a 2 por ciento desde entonces. Aun así, el crecimiento de la población entre los hispanos continúa superando al de otros grupos.

La población blanca experimentó un crecimiento insignificante entre 2015 y 2018, mientras la población negra tuvo un crecimiento promedio anual menor a uno por ciento en el mismo periodo. Sólo los estadunidenses de origen asiático han tenido un crecimiento más rápido que la población hispana, con una tasa de crecimiento de 2.8 por ciento entre 2015 y 2018. El sur de Estados Unidos registra el crecimiento más rápido de la población latina, con un incremento de 33 por ciento en el citado periodo, alcanzando 22.7 millones en 2018, un alza de 5.6 millones en comparación con 2008. Este avance fue parte de un aumento más amplio de la población latina en las regiones de todo el país desde la década de 1990. Los estados del noreste (aumento de 25 por ciento), del medio oeste (24) y del oeste (19) también experimentaron un crecimiento en el número de latinos de 2008 a 2018.

Los estados con el crecimiento más rápido de la población hispana tienden a contar con poblaciones hispanas relativamente pequeñas, y no están en el sur. En Dakota del Norte creció 135 por ciento entre 2008 y 2018 (12 mil 600 a 29 mil 500,) la tasa de crecimiento más rápida de cualquier estado. Sin embargo, dicha entidad se ubicó en el puesto 49 entre los 50 estados y el Distrito de Columbia en su población hispana general en 2018. La población hispana en Dakota del Sur (75 por ciento), el Distrito de Columbia (57), Montana (55) y Nuevo Hampshire (50) también experimentó un rápido crecimiento durante este periodo, aunque todos tienen poblaciones hispanas relativamente pequeñas.

El condado de Los Angeles tenía más hispanos que cualquier otro en Estados Unidos, con 4.9 millones en 2018. Los siguientes más grandes fueron Harris, Texas (2 millones) y Miami-Dade, Florida (1.9 millones). En total, 11 condados tenían más de un millón de hispanos en 2018; estos incluyen Maricopa, Arizona; Cook, Illinois; y Riverside, California. En 102 condados estadunidenses, los hispanos representaron al menos 50 por ciento de la población en 2018. La población hispana alcanzó un récord de 59.9 millones en 2018, frente a 47.8 millones en 2008, según las estimaciones de población recién publicadas de la Oficina del Censo de Estados Unidos.

Las rebanadas del pastel

¿La ambición releccionista justifica la agresión y desgracia de miles y miles de familias migrantes desprotegidas que viven en Estados Unidos? El salvaje dice que sí. Eso y mucho más. Cómo estará de enfermo el mundo que lo acepta sin chistar.