Las tres grandes compañías archirrivales del sector de los videojuegos (Microsoft, Nintendo y Sony) unieron fuerzas y presentaron una queja conjunta al representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, descontentas por la guerra comercial contra China. El documento se centra en el “impacto y daño económico indebido que las tarifas propuestas para las consolas de videojuegos tendrían en todo este mercado”. El 96 por ciento de las videoconsolas producidas en 2018 se hicieron en China y un traslado de la cadena de producción aumentaría los costos considerablemente.