El subejercicio del gasto público y la cancelación de permisos de construcción en el país, así como un cambio en las políticas económicas por la administración, provocaron que el sector inmobiliario tenga una contracción al primer semestre del año, aseguraron empresarios del gremio.

La inversión destinada a la construcción de vivienda popular, aquella con un valor máximo de 316 mil pesos, disminuyó en lo que va de este año a mil 552 millones de pesos, cantidad que representa un desplome de 88.8 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018, que fue de 14 mil millones, informó Pablo Vásquez Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).

“Nosotros trabajamos con el sector de la construcción para impulsar los proyectos que puedan dar mayor movimiento al crecimiento económico. Definitivamente, no podemos hacer nada con las políticas que se dicten desde el gobierno. Hay unas que vemos muy positivas, pero las políticas que no continúen son respetables… Como intermediarios y promotores de inversión deberemos trabajar”, expresó en una breve entrevista.

A abril, según la Secretaría de Hacienda, el gobierno ha gastado un billón 771 mil 46.7 millones de pesos, monto inferior en 110 mil 95.2 millones a lo aprobado por el Congreso.

El titular de la AMPI agregó que la contracción en el sector también es consecuencia de la desaceleración económica y las menores perspectivas de crecimiento para el país a finales de este año. Además, la población que percibe menores ingresos no cuenta con la capacidad de obtener un crédito y hay políticas gubernamentales que impiden el desarrollo inmobiliario, como la extinción del Consejo de Promoción Turística de México y la cancelación de las Zonas Económicas Especiales, proyectos que causaban inversión.

Consideramos que la promoción turística no se puede frenar y la inversión económica en los estados del sur, en los que estaban las Zonas Económicas Especiales, tampoco puede frenarse. Es algo que se puede llamar de otra manera o crear proyectos, pero no se deberían cancelar, apuntó.

La desaceleración en el sector inmobiliario, expuso Vásquez Rodríguez, también se nota en el segmento de vivienda popular, pues en el periodo de referencia hubo una caída de 33.36 por ciento. Son las casas con valor de entre 316 mil 900 pesos hasta 537 mil 200 pesos.

Mientras en el primer semestre del año pasado se invertían 31 mil 694 millones de pesos, ahora la cifra es de 21 mil 120 millones.

El sector inmobiliario aporta 14.1 por ciento del producto interno bruto, aseguró el titular de la AMPI, pero con estos datos, consideró, el crecimiento del sector será menor a lo previsto, pues a principios de año pensábamos crecer más de 5.1 por ciento y ahora la perspectiva es que será menor a 4 por ciento.