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En diferentes frentes, podremos avanzar
U

no de nuestros objetivos en las luchas por generar electricidad con uranio fue que se utilizara el natural y no el enriquecido, como el que se usa en Laguna Verde, Veracruz.

En India esta forma de generación de electricidad se realiza desde hace 36 años, y desde entonces lo han hecho utilizando uranio natural. No como en otros casos con uranio ya sometido a la conversión, a otra forma, especialmente, el uranio 235, que es el utilizado para fabricar la bomba atómica.

La generación de electricidad se realiza también con uranio enriquecido. Así se hizo con la planta en Veracruz, la que se instaló hace mucho tiempo y cuya construcción se llevó a cabo a lo largo de casi dos sexenios. Ésta tiene muchos problemas y el uranio enriquecido debe conseguirse en el extranjero y con alto riesgo para su traslado.

El uranio natural fue usado por primera vez para generar electricidad en Canadá. El país que hoy más lo utiliza es India. Esa forma de producir energía es propicia para México pues tenemos los medios para lograrlo.

En India están funcionando 22 plantas nucleares para generar electricidad. Hay siete más en construcción y algunas cuentan con la participación de Rusia.

Se trabaja también en reactores de neutrones rápidos. Para este caso se utiliza el torio como combustible. También se opera con plutonio y con la combinación de ambos.

México tiene bastante uranio y su proceso se desarrolló durante años. En nuestra nación hubo un amplio movimiento en defensa del uranio natural, así como su uso para la generación de electricidad en forma directa. Lamentablemente, los gobiernos reaccionarios reprimieron dicho movimiento y destruyeron, también, los trabajos desarrollados en ese terreno.

Ahora, con el actual gobierno, se empieza a recuperar lo usurpado en petróleo y en electricidad. Pero no sólo hablamos de estos bienes, también se están recuperando otros logros de la industria energética, mismos que fueron destruidos por gobiernos anteriores.

Esta destrucción es, como otras, incluso del mismo sector de energía. Por ejemplo, el Complejo Petroquímico Escolín, en Poza Rica, Veracruz, fue destruido por orden del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en represalia contra los trabajadores que lo recibieron con manifestaciones de rechazo en su primera visita. Esa planta era enorme y de alta producción.

Desde el 28 de diciembre de 1983, en la Cámara de Diputados se promovió la liquidación de Uromex (Uranio de México) por parte del PRI. La diputada Dulce María Sauri expuso en tribuna, y sin una convicción muy clara, los argumentos para la desaparición de esta empresa.

Quienes sí se expresaron con gran convicción en favor de la liquidación de Uromex fueron Víctor Manuel Carreto, diputado por el Tricolor, quien ya había abandonado la agrupación Tendencia Democrática del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la Republica Mexicana (Suterm), y Arsenio Farell Cubillas, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Por el Partido Acción Nacional, Bernardo Bátiz Vázquez, coordinador de su grupo parlamentario, se refirió a que el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (Sutin), por haber mantenido una actitud independiente como sindicato, ha sido hostilizado y perseguido de tal manera que se atenta contra un grupo, que independiente de su ideología, tiene derecho a defender su independencia.1

Posturas similares las tuvieron los partidos Socialista Unificado de México (PSUM) al que yo pertenecía, el Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido Popular Socialista (PPS).

No obstante, el sector obrero del PRI, más adelante, fue aliado nuestro en diversas propuestas y diferentes objetivos, pero de interés común.

En la actualidad, nuestros aliados podrían ser muy diferentes. Hablamos, entre otros casos, de una nación con más de mil 300 millones de habitantes, llamada India.

1 GershensonTáfelov. Antonio, México Sindicalismo y Poder; la experiencia nuclear , Editorial El Caballito, México, 1987, p. 100.