Opinión
Ver día anteriorJueves 20 de junio de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ciudad perdida

Gobernación, poder en declive

P

ara decirlo con las mismas palabras que utiliza la 4T: la Secretaría de Gobernación, otrora casa del poder, se ha convertido en un florero, en un esqueleto, en el hoyo negro de la política nacional.

Un dato podría darnos idea de qué tanto poder acumula la dependencia, y podemos decir, sin temor a equivocarnos y sin tener que ir muy lejos, que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y la titular de esa secretaría, Olga Sánchez Cordero, aunque se ven prácticamente a diario, hasta la fecha no han tenido un solo acuerdo, es decir, no se han reunido ni una sola vez para establecer estrategias o proyectos de gobierno que deba echar a andar la que se supone es la dependencia encargada de las cuestiones políticas, o para ser más claros: de buena parte de la gobernanza del país, si con ello queremos advertir de la eficacia del Estado y la orientación que se debe dar a los actos de gobierno.

Eso, hay que decirlo con claridad, ya no existe en la Secretaría de Gobernación. Sin mayores funciones en Migración, en Protección Civil; sin poder intervenir en cuestiones de seguridad, ahora se desprende, por cambios en su reglamento interno, del área de comunicación.

Y esto último se explica si nos damos cuenta de que, considerada nada más como florero, la Secretaría de Gobernación nada tiene qué comunicar. Las funciones que aún le quedan no parecen generar la información que trascienda la vida de los habitantes del país.

Esto sin contar con la subsecretaría que atiende Alejandro Encinas, la única que queda con peso político y que tal vez pueda hacerse escuchar por los medios de comunicación sin requerir del aparato que sirve precisamente para eso, para informar a la gente de lo que hace su gobierno.

Es difícil suponer a la Secretaría de Gobernación como el florero del gobierno, pero las cosas han cambiado la vida, la política. Tal vez ahora no sea necesario que la dependencia esté tan cerca, como antes, de la Presidencia de la República; tal vez los tiempos y la idea de Andrés Manuel López Obrador no tengan en consideración el supuesto de trabajo por el que se creó la secretaría, pero la situación, se diga lo que se diga, es crítica, aunque se nos diga que la Segob no es una dependencia en peligro de extinción.

Algo debe haber en el plan de gobierno del Presidente que pasa lo que pasa, pero, por lo pronto, la casona de Bucareli se mira cada vez más como un edificio inerme, sin mucha actividad, y no hay que buscar culpables, simplemente hay que entender que, como dijimos, la política cambia y hay nuevos derroteros, nuevos planes. ¿Los hay?

De pasadita

Todo se prepara en el Congreso de la ciudad para que el jefe de la policía, Jesús Orta, pase un buen rato en compañía de la mayoría de los diputados, y quien, según nos platican, está listo a responder todas las preguntas incisivas, claro, de los miembros del Legislativo.

Para la opinión pública, la última Asamblea Legislativa, la que aún sesionó el año pasado, es la peor en la historia, pero hay gente que considera que como van las cosas los legisladores que componen la representación actual podrían rebasar todo lo dicho sobre esa ALDF.

Desde el primer día de trabajos el Congreso es un caos: las bancadas hacen de todo menos política y dejan pasar lo que sea siempre que eso no contravenga la línea que se les sugiere desde el Zócalo. Los entes administrativos son algo más que ineficientes y entre el desorden y la rebatiña por el poder, ese Congreso da lástima.