Sociedad y Justicia
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Alertan sobre riesgos de la hipersexualidad física o de interacción virtual
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de junio de 2019, p. 30

Tener actividad sexual es bueno, sano y normal, pero si se convierte en adicción conlleva consecuencias negativas para la persona afectada, alertó Gabriela Orozco Calderón, académica de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La hipersexualidad implica la pérdida de autocontrol y el deseo desenfrenado de tener actividad física o interacción cibernética (además, poco satisfactoria); se desatienden las actividades cotidianas, se deterioran la comunicación y el afecto por el otro. La actividad sexual se usa para reducir estados de ansiedad; es un medio para disminuir el malestar emocional por baja autoestima e insatisfacción personal, señaló la especialista.

En un comunicado, Orozco expuso que hay dependencia física cuando el cerebro cambió debido a esa adicción; se vincula con el síndrome de abstinencia, y la persona debe generar esa conducta para evitar malestares.

La dependencia sicológica, explica, presenta ansiedad por tener actividad sexual y sentir gratificación. Desde el punto de vista de la farmacología conductual, se asocia con el aumento de dopamina, mediante la cual se activa el circuito de recompensa.

Algunos síntomas de este tipo de adicción son deseo intenso, ansia o necesidad de concretar la actividad placentera; pérdida progresiva del control de ésta; descuido de las actividades habituales, como académicas, laborales o de esparcimiento; comportamientos defensivos y negación del problema. Todo gira en torno a la conducta adictiva y se presentan lesiones, heridas o dolor en los genitales, explicó.

De acuerdo con Orozco Calderón, existen cinco posibles etapas del comportamiento sexual compulsivo: descubrimiento, experimentación, escalada, compulsión y desesperanza.

La clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que todavía no hay información definitiva sobre los procesos involucrados en el desarrollo y mantenimiento de la conducta sexual compulsiva.

Al referirse a la actividad sexual de interacción por Internet –llamada cibersexo–, subrayó que aunque no es una conducta reciente, ya empieza a estudiarse en el mundo.

En este aspecto, las personas tienen acceso a una gran variedad de contenido para satisfacer su necesidad.