Afectado por un elevado nivel de basura y aguas negras, principalmente en su área urbana, en los pasados 12 años el Gobierno de la Ciudad de México intentó en dos ocasiones, sin lograrlo del todo, rescatar el río Magdalena, el único afluente vivo que queda en la capital del país.

En los últimos dos sexenios se invirtieron 445 millones de pesos en esa tarea e incluso en su momento los entonces jefes de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubon y Miguel Ángel Mancera Espinosa declararon poco antes de concluir sus respectivas gestiones que se había logrado sanear el río.

Este año, el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo volvió a anunciar un nuevo proceso de rescate del río de 28.2 kilómetros y que aporta hasta 20 metros cúbicos de agua por segundo en temporada de lluvias.

La directora de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corena), Columba López Gutiérrez, manifestó que los intentos realizados en años pasados para rescatar el río fueron un pozo sin fondo y realmente no se ven resultados, debido a que no se incluyó a la comunidad en el rescate.

El especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México Manuel Perló señaló que no es sencillo llevar a cabo el rescate de un río como el Magdalena por su tamaño y las decenas de miles de personas que viven en los márgenes del afluente, que es uno de los principales problemas.

Doctor en planeación urbana regional y uno de los investigadores que elaboraron el programa integral de rescate del río Magdalena, en el que basaron las acciones realizadas en los dos anteriores gobiernos, precisó que la recuperación de un río lleva al menos 20 años y requiere la integración de la comunidad.

El problema principal

En la actualidad sólo una quinta parte del agua del río se aprovecha y el resto se descarga al drenaje, señalaron la directora de la Corena y la alcaldesa de Magdalena Contreras, Patricia Ortiz Couturier, quienes señalaron que el principal problema de contaminación se da en el área urbana, donde la mayor parte del cauce está entubado, la cual será intervenida por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

Entrevistadas por separado, dijeron que en la parte que se ubica en la zona rural, en la comunidad de Magdalena Atlitic, que abarca 14.8 kilómetros, si bien aún se puede ver el agua limpia, hay problemas de erosión, presencia de muérdago, basura y cascajo, e incluso se han encontrado vehículos robados en la zona.

Por tal motivo, subrayaron, se realizan trabajos de limpieza de los cuerpos de agua, la revegetación de la zona y se prevé realizar obras de rehabilitación de 11 presas de piedra acomodada, 14 presas de gavión y el reforzamiento de otras dos de mampostería, con una inversión de 7.4 millones de pesos.

Agregaron que no se tiene previsto reubicar los asentamientos irregulares de la zona, sino integrarlos a los trabajos de conservación, mientras López Gutiérrez agregó que las obras se prevén para dos años y de allí en adelante se deberá garantizar el mantenimiento para que el río no se deteriore de nuevo.